Título original: Hodejegerne. Director: M. Tyldum. Guión: L. Gudmestad y U. Ryberg. Protagonista: A. Hennie. Fotografía: J. A. Andersen. Montaje: V. Flataukan. Música: T. Bjerknes y J. Kaas. Productoras: Friland y ARD Degeto Film. Noruega 2011.
Nos movemos en un mundo que se mueve por modas. Por eso, como ahora Noruega está in nos llegan películas de ese país que de otra forma no nos habrían llegado. Si bien Headhunters tiene poco de noruego pues es un thriller sólo distinguible de los yankis porque hablan en ese idioma, cosa que pasará desapercibida al espectador medio español, aquel que lo ve todo doblado. A él le parecerá una “americanada” porque no puede caer en que es una película noruega.
Ya dije por aquí que una regla de oro del cine posmoderno es no ir a ver un film que se publicita con “de los productores de”. Si los publicistas de la película no encuentran en ella nada mejor que destacar es porque esta no es buena. Por otro lado, ¿a qué espectador medio español le interesa o sabe qué es un productor? En fin, que Headhunters empieza bien, interesante, pero a la mitad decae para atrancarse acto seguido de modo que se convierte en el típico tostón escandinavo, aunque esta vez sin ninguna profundidad psicológica.
El problema de esta película es el mismo problema que tienen los thrillers actuales yankis. Son tal disparate que es imposible interesarse en ellos porque todo vale. Además, en este caso, los personajes no son carismáticos, unos por estereotipados y otros por sinvergüenzas. Lástima porque el actor protagonista daba para mucho más. Así, una vez que la situación está planetada, que ya sabemos a qué vamos a jugar, la película pierde interés porque es previsible, nos dan igual los personajes, el guión pasa de justificarse a sí mismo y la irrealidad impide meterse en ella.
En fin, Headhunters sólo tiene el valor de que prueba que las fronteras culturales en Occidente están muy difuminandas. Hoy hasta unos tipos tan aislados como los noruegos copian a los yankis ciegamente. Una pena. Cada vez hay menos gente que tenga algo que aportar propio y genuino.