De la peli lo poquito que se salva es el actor Jason Segel (que os sonará a todos los seguidores de esa magnífica serie que es Cómo conocí a vuestra madre) y la guapa Amanda Peet (con la que Black ya compartió protagonismo en el film titulado Tres idiotas y una bruja), y poquito más.
A grandes rasgos la peli trata de un perdido de la vida, un Peter Pan como tantos quedamos en el mundo, que intentando dar un paso adelante en su vida, engaña y consigue realizar un viaje por el afamado Triángulo de las Bermudas (me tengo que empollar información acerca de este caso sin resolver), donde cómo no, desaparece y termina en la islita de los diminutos liliputienses y ale a degenerar. A partir de aquí no diré más que luego me regañan, pero sí os contaré que aunque gracias a la tecnología los pequeños son pequeños y los grandes son muy grandes, la peli quedará tan solo en un pequeño hueco de mi memoria, con una etiqueta en la que diga, “para los sobrinos cuando se aburran“.
Hay un par de guiños a películas modernas, como Iron Man y algunas escenas realmente curradas técnica e imaginativamente, en las que el guionista y director han puesto la carne en el asador para que esbocemos una sonrisa siendo fácilmente identificables los entornos, lugares y situaciones en las que nos introducen.
Y ahora unas preguntas, ¿Jack Black ha hecho alguna peli en su vida que valga la pena?¿Por qué no ponen en las películas un máximo de edad autorizada?
Bueno, sin mas dilación un 4 para una peli familiar, nada llamativa ni relevante, pasará sin pena ni gloria por las televisiones siendo el peliculón del sábado o el estreno del domingo, pero si tengo que elegir, pondré el fútbol antes de que Jack Black me mate de nuevo.