Título original: Gut gegen Nordwind
Autor: Daniel Glatteuer
En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo… Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. Además, Emmi está felizmente casada y Leo aún está saliendo de una relación fallida. Y, en cualquier caso ¿sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»? Y en ese caso, ¿qué hacer?
Tengo las manos frías y una estúpida sonrisa en los labios. Un escalofrío constante me recorre la piel y en el estómago se me ha instalado una sensación difícil de explicar. No tengo ni idea de cómo haré esta reseña, posiblemente no haga más que divagar y dejar caer pensamientos delirantes e incoherentes en un documento de Word. Siento que necesito apretar el corazón en un puño, atenazarlo con los dedos e intentar destruirlo para que deje de latir con tanta furia. Y vosotras os preguntareis ¿Ha sido para tanto? Y yo, si pudiera, os miraría a los ojos y suspiraría intentando contenerme ante semejante atrevimiento. ¿Podría alguien explicarme lo que estoy diciendo? Casi con toda seguridad me estoy ganando un lugar en algún psiquiátrico. Si lo sé, no estoy explicando nada del libro, pero es que, no hay nada que explicar. Nunca antes la expresión ¨ hay que vivirlo para entenderlo¨ había tenido tanto sentido. Ni siquiera sé si esto merece ser llamado reseña, solo puedo hablar de como me siento ahora mismo...como si fuera fácil describir un rayo de sol o una gota de rocío. Constantemente pienso en esas conversaciones vía e-mail de los protagonistas, de los giros inesperados de la vida que te soríe cuando menos te lo esperas. Tengo la memoria saturada con la voz imaginaria de Leo que le escribe a Emmi las palabras más oportunas y deseadas.¨ Escríbeme Emmi. Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente.¨De más está confesar que Glattauer me ha enamorado, ¿o quizás haya sido Leo? Nunca antes las palabras habían significado tanto, jamás las emociones habían sido capaces de ir más allá de la presencia física. Contra el viento del norte es una experiencia única, ajena a la gravedad que pone a prueba el poder de las palabras y seduce con un cúmulo de sensaciones irrepetibles.