Autopublicado || Marzo 2015
200 Páginas || Ebook y Papel
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Cuando busco la inspiración, pido o me preparo un café (siempre con leche), cojo mi bolígrafo de tinta azul o coloco mis manos sobre el teclado, según esté en alguna cafetería agradable o en el silencioso despacho de mi casa, y empiezo a escribir. Y escribo cosas, cosas que pasan, que son verdad, cosas que imagino, que ni suceden ni sucederán, cosas que te harán sonreír o llorar, cosas en las que seguirás pensando durante un tiempo o cosas que olvidarás justo al pasar de página. Y doy un pequeño sorbo a mi taza de café, todavía caliente. Historias en las que la vida, con todos sus aspectos, buenos o malos, es la gran protagonista.
Relatos de amores no confesados, de zapatos mágicos, de ancianos entrañables, de ilusionistas desilusionados, de sorprendentes infidelidades, de contagios cotidianos, de idas y venidas entre el cielo y el infierno, de locuras en pijama, de inquietantes herbolarios... y degusto de nuevo el café, ya más templado. Me pierdo entre sus escenarios; los concurridos mercados de Marrakech, las estrechas y húmedas calles venecianas, un auténtico café de Nueva York, un hospital parisino, y cómo no, algún que otro rincón de mi querida Barcelona. Y cuando termino de pasear, de husmear, de soñar por sus callejuelas, encontrando el fin a estas historias, siempre sucede lo mismo y, la verdad, es un fastidio porque cuando echo mano a la taza, sin haber sido consciente, se me ha enfriado el café.
'Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café' es un libro de relatos, bastante peculiar. Por tanto, esta reseña no puede ser normal, porque no os puedo hablar de la historia, que son muchas, ni de los personajes, que son aún más. Es un libro que contiene un sinfín de historias, de las cuales siempre, podemos sacar algo. Nos guste más o menos, nos llegue más o menos. Tampoco es un libro demasiado extenso, y hay relatos que son muy cortitos, así que esta reseña tampoco puede ocupar lo que suelen ocupar mis reseñas (sin ser ya demasiado, de normal).
Tengo que admitir, que no soy muy de relatos. Siempre que leo alguno de ellos, suelo quedarme con ganas de más, y se me hacen demasiado cortos. Con este libro, no ha sido diferente, pero si es cierto que los relatos que nos presenta el autor, no necesitan mucho más. Son historias que aún sin contarnos demasiado, todas tienen su final, haciendo que tras leerlos, quedes satisfechos. Aunque también debo decir que tras leer algunas opinones, me esperaba que el libro me llegará más hondo. Hay relatos que si lo han hecho,y que me han emocionado, pero hay otros que aún gustándome, no sé si pasarán a la historia como una lectura inolvidable.
Lo que si que me ha cautivado, y me ha invitado a leer más del autor, es su manera de escribir. Es profunda, con muchas reflexiones, y la mayor parte del tiempo, con un mensaje oculto. O al menos es lo que a mi me ha parecido. Es un libro que se lee de una manera muy rápida, no solo por su extensión, sino por la amena forma de escribir de Isaac. Y es por ello que sé que, si algún otro libro del autor cae en mis manos (preferiblemente una novela), lo leeré sin dudar.
En resumen, 'Cosas que escribí mientras se me enfriaba el café' es un libro para degustar despacio, y con calma. Para leer y encontrar esos mensajes que nos dejan cada uno de los relatos. Y un libro que, a pesar de que yo no he disfrutado como podais hacer vosotros, porque los relatos tan cortos no son para mi, no dudo en recomendaros porque aún con eso, me ha gustado.
Gracias al autor por el ejemplar para el Book Blog Tour.