Reseña de «Apocalipsis» de Stephen King: La historia de los supervivientes a un virus mortal

Publicado el 09 julio 2022 por Rous85

Apocalipsis es otro de esos clásicos de Stephen King que todavía tenía en el tintero. Con motivo de la situación pandémica que vivimos desde 2020 esta novela, cuya trama gira en torno a la propagación de un virus potencialmente mortal, ha vuelto a estar en boca de muchos lectores y por fin he logrado hacerle un hueco a sus más de 1500 páginas. Que se dice rápido…

Pero aunque este libro tenga tropecientas páginas, ya te adelanto que merece mucho la pena y su lectura supone todo un placer, al menos cuando avanza un poco la historia (los primeros capítulos no lograron engancharme mucho al principio), para ponerse luego tan interesante y enigmático como sólo el señor King es capaz de lograr. Y es que la primera parte de Apocalipsis  nos presenta a los diferentes protagonistas del libro de una manera innecesariamente larga (lo que se me hizo aburrido), así como el inicio de la propagación de un virus fabricado en un laboratorio como supuesta arma bacteriológica, hasta que algo sale mal y este virus conocido como “súper gripe” empieza a extenderse acabando con la vida de prácticamente toda la población.

A pesar de que yo pensaba que el libro trataría exclusivamente sobre la epidemia, mostrando no sólo cómo afectaba a la población, sino también las medidas para intentar frenarlo o la búsqueda de una vacuna, la historia me ha sorprendido con un desarrollo muy diferente (y muy del estilo del escritor, todo hay que decirlo), centrándose en los supervivientes inmunes al letal virus que, primero en solitario y después creando grupos, prosiguen adelante con sus vidas en este nuevo mundo apocalíptico. Pronto tito King empieza a hacer de las suyas y nos presenta una extraña peculiaridad que experimentan las personas: todas sueñan con una casita en un campo de maíz donde vive una señora tan longeva como amable y algunas con una maligna presencia cuya sombra se expande por el mundo. Llenos de esperanza, la mayoría de grupos de supervivientes deciden buscar a la anciana de sus sueños, mientras que otros parecen desear dejarse seducir por el mal encarnado en un hombre que quiere alzarse como un oscuro tirano. La humanidad, dividida entre el bien y el mal, jugará una última partida que determinará si este nuevo comienzo ayudará a crear una civilización mejor o si, por el contrario, triunfará el peor lado del ser humano.  

Al final, como ocurre con la mayoría de libros de este autor, una sigue leyendo por muy largos que sean los capítulos  o por mucho que se frene la acción con conversaciones o pasajes de relleno, ya que la historia fluye, los personajes son creíbles, los misterios te atrapan aunque sepas que algunos no quedarán del todo explicados y dejados en manos del misticismo o de la interpretación del lector, y a lo largo de la novela ocurre prácticamente de todo.

Lo que más me ha gustado de Apocalipsis ha sido la manera dinámica y rápida de mostrar la propagación del virus al principio del libro, a través de personajes que en su vida cotidiana van transmitiéndolo sin darse cuenta, así como la forma en la que la comunidad superviviente se asienta y organiza para crear una nueva civilización que debe empezar de cero estableciendo una especie de gobierno, seleccionando perfiles para actividades esenciales (controlar los alimentos que quedan, curar u operar, recuperar la electricidad, etc.),  en un intento de emular lo mejor posible su vida anterior. Lo que no me ha convencido mucho ha sido que el personaje de la anciana, tan clave en el desarrollo de la trama, acaba perdiendo  fuelle y su protagonismo se desinfla muy rápido, cuando opino que merecía más en una historia de este calibre.

En líneas generales, se trata de una novela buenísima, digna de la mejor etapa de Stephen King, que en algunos puntos me ha recordado a su genial libro La cúpula y que recomiendo a cualquier fan del autor. Eso sí, aunque tiene escenas muy desagradables y sangrientas, tampoco esperes mucho terror aquí. De este género, el de Maine tiene mejores títulos.

Como todavía tengo muchos de sus libros por leer, tanto nuevos como antiguos, yo voy a seguir disfrutando de esta prodigiosa mente que nadie (excepto quizá un poco su propio hijo Joe Hill), podrá llegar a igualar.