Reseña de "breve historia de las batallas navales de los acorazados"

Por Pedro

SAN JUAN, Víctor. Breve historia de las batallas navales de los acorazados. Madrid: Nowtilus, 2018 En este nuevo título de la colección Breve Historia, Víctor San Juan nos ofrece una detallada historia de los acorazados, unos buques emblemáticos que han tenido un gran protagonismo en la historia de las marinas de guerra. Explica su evolución, desde su prehistoria que comenzó a fines del s. XVIII cuando los españoles  emplearon sin  éxito unas baterías flotantes indignas de llamarse buque con un empalletado (rudimentaria coraza) en el intento de toma de Gibraltar, hasta su final después de la II Guerra Mundial. El autor nos ofrece un relato muy documentado de las características y evolución técnica de estos buques, sus actuaciones bélicas, el destino de muchos de ellos, las tácticas y estrategias empleadas por sus almirantes y capitanes…. Solo un autor de reconocido prestigio en la historia naval podía ofrecernos un relato de esta naturaleza con tal multitud de detalles. Fueron los franceses lo que construyeron el primer auténtico buque acorazado a partir de un navío de línea, botado a fines de 1859 fue bautizado como la Gloire, iba a revolucionar la guerra en el mar. De inmediato, otros Estados, comenzando por Gran Bretaña, se sumaron a la construcción de acorazados, aportando interesantes avances. La obra da muchos detalles de las construcciones inglesas, norteamericanas, francesas, italianas, japonesas, rusas, españolas… en distintos momentos.

La Gloire. Una de las muchas imágenes de la obra

Los acorazados, con cada nueva generación fueron incorporando continuas mejoras técnicas, fundamentalmente en el diseño, la propulsión (hélices, máquinas de vapor, motores diésel…), la velocidad y maniobrabilidad, la coraza, la dotación artillera y su colocación, los sistemas de precisión de tiro… Tal vez el salto generacional más importante fue la construcción del Dreadnought (1906), un acorazado de cuarta generación creación del almirante John Arbuthnor Fisher teniendo en cuenta los dibujos del italiano Vittorio Cunniberti cuyo proyecto fue desechado por la marina italiana. El Dreadnought iba a revolucionar la Royal Navy y a consagrase como el buque principal de todas las flotas en los primeros años del siglo XX. Presentó fuertes renovaciones en blindaje, artillería, sistemas de propulsión…

HMS Dreadnought, 1906. Ilustración en la obra

A lo largo de la obra, Víctor San Juan explica, en algunos casos con multitud de detalles, las 23 batallas en las que participaron los acorazados en todos los océanos, desde los citados empalletados (1782) a la última batalla de los acorazados en el estrecho de Surigao en 1944. De todas ellas destaca, por su gran transcendencia, tres de las que describe con mucho detalle las flotas participantes, los protagonistas, las tácticas y maniobras, el resultado y las pérdidas humanas y materiales. Estas batallas son:
  • Batalla de Tsushima (1904), el episodio más decisivo de la guerra ruso-japonesa. Participaron un gran número de buques (90 por el bando japonés). Terminó con una gran victoria japonesa, las pérdidas rusas en hombres y buques (acorazados y cruceros) fueron muy cuantiosas.
  • Batalla de Jutlandia (1916), la más grande de acorazados de todos los tiempos en la que participaron 250 buques y 105.000 hombres. El resultado de la batalla fue un tanto incierto, pues si bien es verdad que los alemanes fueron los vencedores tácticos, no pusieron en peligro la supremacía naval británica. Las pérdidas fueron inmensas: unos 8500 muertos entre ambos bandos y 25 buques hundidos (14 británicos y 11 alemanes). El autor presta especial atención a la actuación de los mandos, especialmente a la del almirante británico Jellicoe. En el aspecto militar, tuvo varias consecuencias como la sentencia definitiva del crucero de batalla acorazado como buque de combate, el inicio de la conversión de los Dreadnought en super Dreadnought o que el Kaiser decidiera apostar por la guerra submarina sin restricciones. 
  • Batalla del estrecho de Dinamarca (1941) en la que el acorazado alemán Bismarck hundió al crucero inglés Hood lo que causó gran conmoción en el pueblo inglés. Desde este momento la gran obsesión de la Royal Navy fue la caza del Bismarck que acabó hundido pocos días después (mayo, 1941).
No por resaltar estas tres batallas deja de ocuparse con detalle de otros acontecimientos y conflictos en los que intervinieron los acorazados. Algunos ejemplos: las derrotas españolas a manos de la marina de Estados Unidos en Cavite y Santiago de Cuba; los diversos enfrentamientos entre las marinas española, chilena y peruana (y en alguna ocasión inglesa) en el Pacífico (batalla del Callao, combate de Ilo, combate de Iquique, combate de Angamos…); la batalla del Yalú en la que la escuadra japonesa obtuvo un triunfo rotundo sobre la china; el ataque de cruceros ingleses a las defensas alemanas en la batalla de Heligoland (1914) y la respuesta alemana con varias incursiones en la costa de Norfolk con la batalla del Banco de Dogger (1915); el autohundimiento de la flota alemana en Scapa Flow (junio de 1919) tras la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial (hundieron 13 buques de estilo Dreadnought); la batalla de Casablanca (1942) en la que buques de la Francia de Vichy se enfrentaron al desembarco aliado en el norte de África; el enfrentamiento entre ingleses, que trataban de abastecer a la URSS durante la II Guerra Mundial a través de la ruta del Ártico, y los alemanes que intentaban impedir la llegada de estos convoyes de ayuda; y, en fin, los muchos enfrentamientos de las marinas de Estados Unidos y Japón en el Pacífico tras el ataque japonés a Pearl Harbor que acabaron con el desastre y derrota de los acorazados japoneses en las batallas del Mar de Sibuyán y del estrecho de Surigao (última batalla de los acorazados).
Tienen protagonismo en la obra algunos acorazados legendarios cuya actuación despertó gran atención en su momento e incluso en la actualidad: El Maine (cuya intencionada o fortuita explosión ha sido objeto de diversas investigaciones), la fragata acorazada Numancia (famoso buque español, primer blindado en dar la vuelta al mundo), el acorazado japonés Mikasa desde el que el almirante Togo dirigió la escuadra japonesa en Tsushima, los acorazados alemanes Bismarck y su gemelo el Tirpiz (para algunos los “más equilibrados y mejor construidos de la Historia”), el crucero de batalla británico HMS Hood, el acorazado francés Jean Bart protagonista de una increíble fuga perseguido por los alemanes, el acorazado japonés Yamoto (el más grande construido) y su gemelo Musashi, etc. Son solo algunos de los muchos ejemplos.

El impresionante Bismarck


Finaliza el estudio con un capítulo dedicado a los últimos acorazados. Durante la II Guerra Mundial se perdieron 35 acorazados, la mayoría reposan en los fondos marinos. Tras el conflicto, se siguieron construyendo acorazados más por motivos políticos que militares. Su alto coste y la aparición de los misiles dejaron a los acorazados sin futuro. Muchos se desguazaron, unos pocos quedaron como buque escuela o como museos.
La obra en la web de la editorial (comenzar a leer, índice, argumentos de venta): https://www.nowtilus.com/pags.php?d=298fe62f4a4c3bb697449c6145bca5f5O1O1842