En definitiva, La Bella y La Bestia es un producto perfecto para nostálgicos y para las nuevas generaciones, una cinta que respeta la original y añade escenas y detalles a la trama que le aportan mayor profundidad. Una película para ver y disfrutar solo o acompañado y a cualquier edad.
Lo mejor: Emma Watson como Bella, Luke Evans como Gastón y los aportes a la nueva versión.Lo peor: cómo las voces y el movimiento de los labios no están sincronizados en la versión doblada en algunas escenas.