Reseña de "El adulto" de Gillian Flynn

Publicado el 03 febrero 2021 por Rt

Es difícil definir El adulto (Penguin Random House). Lo mismo puede considerarse un relato largo que una novela corta, porque la frontera entre ambos géneros es bastante difusa. En todo caso sabemos que Gillian Flynn, la autora, lo escribió a instancias de George R.R. Martin, que parece que es muy dado a recomendar escribir a otros mientras que a los demás nos tiene colgados con Vientos de invierno. En fin. 

 

El adulto es una antihistoria de fantasmas. Nos cuenta la vida de una mujer que trabaja como lectora psíquica y de auras en un consultorio donde también se llevan a cabo otros trabajos más mundanos. Naturalmente, es una experta en sacarle información de manera sutil a sus clientes para después decirles lo que quieren oír. Hasta que entra Susan por la puerta. 

Susan es una mujer desesperada, en el mismo sentido de las de la serie. Hace unos años compraron una mansión, la han redecorado y tras gastarse cantidades ingentes de dinero, han descubierto que la casa parece estar embrujada. Se oyen ruidos, golpes y sale sangre de las paredes. Susan le pide ayuda a nuestra protagonista y esta acepta figurándose que le recomendará a sus amigas y que podrá hacerse casas limpiando casas "espiritualmente". 

No obstante, no ha contado con el hijastro de Susan, inadaptado, capaz de hacer que las niñeras se despidan y empeñado en hacer que Susan fracase en su labor de limpiar la casa. 

La casa lúgubre y con una historia maldita detrás es el motivo principal del libro. Lo que pasa es que la autora le da un toque de humor negro muy personal, como si aprovechara para desquitarse de la seriedad de sus otros libros, como Perdida o Heridas Abiertas. A este volumen hemos de sumarle como valor añadido la traducción de Óscar Palmer, sinónimo de calidad y las ilustraciones de Carmen Segovia, en color amarillo y negro, que reflejan muy bien el espíritu del texto. 

Es una historia corta y gustosa de leer. Puede ser un buen acercamiento si no habéis leído nada suyo.