Con El Castillo, Luis Zueco da inicio a su Trilogía Medieval, una serie de novelas históricas en las que retrata varios periodos y episodios de la historia de España. Este primer libro narra fundamentalmente la construcción del castillo de Loarre, un lugar clave para la expansión del Reino de Aragón en el siglo XI en plena Reconquista. Una ficción histórica que tiene un poco de todo y que se ha llegado a comparar con Los pilares de la tierra, aunque en versión española. ¿Está realmente El castillo a la altura de la aclamada obra de Ken Follett?
Lo cierto es que sí que tiene muchas similitudes con la novela de Follett, ya que el hilo argumental principal se centra en la construcción desde el principio de un colosal edificio que supuso toda una proeza arquitectónica para la época. Eso sí, en lugar de una catedral, en la historia de Luis Zueco se trata de un castillo-abadía, una fortaleza destinada a defender de los musulmanes y recuperar, desde Loarre, las tierras cristianas. Aunque hasta lograr levantar una obra de tal magnitud, Juan, un experimentado carpintero llegado a Loarre antes de comenzar la construcción y su hijo Fortún, pasarán por mil y un obstáculos que pondrán a prueba los conocimientos, técnicas e imaginación de los constructores, quienes no deben olvidar la importancia de dotar a la nueva obra de muros capaces de proteger de los peligros que acechan continuamente a la pequeña comunidad forjada en las inmediaciones del castillo.
Con varios protagonistas a los que vemos crecer y madurar con el tiempo y a los que acabamos cogiendo cariño (a pesar de las serias dificultades que siempre le he encontrado a Zueco para construir bien sus personajes), esta historia avanza hacia la finalización de la fortaleza, otro punto en común con la novela de Ken Follett. Pero aquí acaban las semejanzas. A pesar de que El castillo es una novela entretenida, interesante y muy instructiva en lo que a la historia de la Reconquista se refiere, está a años luz de poder compararse con Los pilares de la tierra, porque le falta la profundización que el escritor británico hace de la arquitectura, la cultura y el contexto histórico, por no decir del desarrollo de los personajes, sus conexiones y las situaciones que protagonizan. Siendo Los pilares de la tierra uno de mis libros preferidos, tengo que negar que el libro de Zueco, aunque me recuerde obviamente a este clásico de la novela histórica, merezca ser puesto a su altura.
Sin embargo, sí que recomiendo la lectura de El castillo, de la cual he disfrutado como una novela de ficción histórica amena y bien narrada, con pasajes muy emocionantes y otros bastante intrigantes y un interesante análisis de la cultura, política, costumbres, religiones, conflictos y otros aspectos de la Edad Media en España. Me temo que no puedo decir lo mismo de la segunda entrega de esta Trilogía Medieval titulada La ciudad, la cual ya he leído también y de la que te adelanto que dudo que haga reseña alguna, porque me ha decepcionado bastante, más que nada por la pobre construcción de personajes y por la sucesión de capítulos insulsos con un final apresurado y demasiado fantasioso. Ahora me queda por decidir si leeré o no la tercera y última parte. ¡Pronto te cuento más!