Reseña de “El hambre” de Alma Katsu: una perturbadora versión de un hecho real

Publicado el 02 abril 2019 por Rous85

En “El hambre” de Alma Katsu los personajes sufren el acecho de un mal del que es imposible escapar

Escribir una reseña sobre “El Hambre” de Alma Katsu, es casi, casi, un acto de solidaridad social, ya que muchos lectores me han estado preguntando con insistencia por redes sociales de qué va este libro. Y es que, tanto el nombre como la portada de la última publicación de la editorial Runas (Alianza editorial) llaman bastante la atención y creo que a poca gente no le ha picado la curiosidad por esta especie de western tan peculiar. La espera ha terminado: ya puedo contarte lo que me ha parecido esta espeluznante obra.

Alma Katsu presenta en “El Hambre” una historia con trasfondo real: la llamada expedición Donner partió a mediados del siglo XIX en una ruta desde Missouri hasta California, pero la gente que constituía esta caravana, tan usual en la época de la fiebre del oro, quedó atrapada en la zona de Sierra Nevada debido a la climatología adversa y a dificultades del terreno. Cuando lograron rescatar al grupo, la mayoría habían sucumbido, y los supervivientes se habían estado alimentando de sus compañeros muertos. Hasta ahí lo que dicen los datos históricos, porque este libro hace una reversión de lo que pudo ocurrir tanto durante el camino, como en la reclusión de los expedicionarios bajo un nuevo prisma de terror y desesperación. Para la escritora, las familias que integraban esta expedición sufrieron el acecho de algo oscuro y maligno que acabó llevando la locura y el canibalismo a las mismas puertas de sus carretas. Desvelar en qué consiste este peligro e ir conociendo los secretos y pecados de los diferentes personajes, será la mayor motivación del lector para no soltar este libro lleno de pasajes crueles, terroríficos y realmente sobrecogedores. “El Hambre” no es en absoluto apto para lectores aprensivos o que rechazan la literatura de terror, aviso.

Por algo el mismísimo Stephen King recomienda no leer este libro después del anochecer, ya que el ambiente que Alma Katsu logra recrear es bastante opresivo y las imágenes perturbadoras amenazan con poblar la imaginación del lector durante lo que deberían ser unos dulces sueños. Pero si te va la marcha, como a mí, no hagas mucho caso (lo sentimos, tito King) y adéntrate a cualquier hora en este libro magníficamente narrado, que te engancha a la vida de los diferentes personajes para que luego lo pases peor ante el oscuro peligro que no los abandonará en ningún momento. La miseria, el miedo, la desesperación y el hambre, harán aflorar los peores instintos humanos y el lector sufrirá bastante, víctima de la empatía que Katsu consigue tejer para conectarte a sus personajes y la situación que se ven obligados a vivir. El final, además, está en consonancia con la dureza de todo el relato y deja bastante mal cuerpo, siendo un final de esos que no se te olvidan fácilmente, como me gustan a mí.

Si, a pesar de todo, te empeñas en tirar para adelante con la lectura de “El hambre”, yo te aplaudo por la buena decisión y te insto a que disfrutes de una manera inevitablemente un tanto retorcida de esta imaginativa historia de gran calidad narrativa. Para mí, lo más reseñable del libro es cómo la autora aprovecha un hecho real salpicado de incógnitas para crear una historia ficticia paralela de pesadilla, algo desde luego original y de agradecer si se hace bien como es el caso. Ahora la realidad es que me siento obligada a seguir la obra de Alma Katsu y permanecer atenta a futuras publicaciones que espero no tarden en llegar. Claro que también puedo atacar algunos de sus antiguos libros, aunque de momento tenga poquitos. Porque de libros buenos, siempre hay hambre.

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