Gaizka Urresti nos cuenta que uno de los grandes méritos de Eloy de la Iglesia fue buscar intérpretes sobre personajes marginales en los propios lugares donde se reunían. Así fuimos conociendo talentos como José Luis Manzano o El Pirri, que pronto se convirtieron en ídolos de una época.
Sin embargo, el documental sabe mostrar los claroscuros de un director que compaginaba una gran maestría tras la cámara con una vida desordenada y autodestructiva. La heroína entró en su vida con la misma fuerza que a sus personajes y, como ellos, no supo dominarla. Y aún así, supo resurgir de sus cenizas.
Testimonios tan importantes como los de Pedro Olea, Pepe Sacristán, Fernando Guillén Cuervo, Angel Pardo y José Luis Garci entre otros, atestiguan la relevancia de su legado.
Os invito a conocer mucho más de "Eloy de la Iglesia, adicto al cine" a través de la entrevista que realizamos a su director Gaizka Urresti en nuestra sección de Youtube"La Silla del Director":
Redactor y entrevistador: Daniel DíazEditora de vídeo y montaje: Mar Ríos