Reseña de "Érase otra vez: cuentos de hadas contemporáneos" de Ana Llurba

Publicado el 26 junio 2021 por Rt

Cuando pensamos en los cuentos infantiles o cuentos de hadas nos vienen a la cabeza clásicos como Caperucita Roja, Blancanieves, Hansel y Gretel, Cenicienta, etc. Y si somos de la generación en que ya habían pasado por el filtro de Disney recordaremos esos cuentos por sus finales felices, por la inacción de las heroínas y por esa sensación almibarada que lo impregnaba todo. 


Nada más lejos de la realidad. Los verdaderos cuentos de hadas, los que se transmitían de padres a hijos mediante la tradición oral eran mucho más crueles y bestias. En realidad se buscaba que fueran terribles para que los niños los tomaran como advertencia y no sólo cumplieran sus mandatos (no hablar con desconocidos, ni ir solos al bosque, etc.), sino que además pasaban ese conocimiento a la siguiente generación, perpetuando el aviso en el tiempo. 

También pensamos en autores como los Hermanos Grimm, a quienes se les acusó de escribir unos cuentos muy bestias. Ellos se defendían diciendo que sólo se limitaban a transcribir la tradición oral alemana, sin cambiar ni una coma. También pensamos en Charles Perrault y en su Caperucita Roja, llena de simbología. O en Hans Christian Andersen. Pero, ¿y las escritoras de cuentos? 

Es un revisionismo constructivo, un semillero disparador de estímulos, que demuestra que estos arquetipos siguen hablando pero ya no dicen lo mismo, atravesados como están por el feminismo, la política de identidades y el talento de las, sobre todo, escritoras que se han propuesto darles la vuelta

Érase otra vez: cuentos de hadas contemporáneos (Editorial Wunderkammer) pretende hacer una revisión de estos cuentos y ver el rol que ocupa la mujer en ellos. Dejando aparte a Beatrix Potter y su laureado Peter Rabbit, lo cierto es que a estos cuentos se les llamaba Cuentos de Mamá Ganso. Es decir, el equivalente a cosas sin importancia, tonterías, que es en inglés lo que viene a ser la conversación de gansos. Hasta que Angela Carter no dio la primera vuelta de tuerca con La Cámara sangrienta (cuya reseña podéis leer aquí), lo cierto es que nadie se había planteado la terrible misoginia que subyace en estos cuentos. 

Ana Llurba revisa dichos relatos folklóricos una vez más. Y nos muestra los arquetipos femeninos más importantes: la princesa virtuosa que espera castamente el primer beso de amor y la bruja malvada o la madrastra que deciden pasar a la acción y por consiguiente, el cuento las trata como las malvadas. 

Porque para la autora, los cuentos de hadas no sólo servían para advertir a los infantes de posibles peligros (también había una corriente adulta), sino que reflejan de paso el mundo en el que vivimos. Antes las princesas tenían un papel pasivo en la historia, limitándose a sufrir y a ser rescatadas (Cenicienta, Aurora, Jasmine, Blancanieves...), pero con el tiempo se ha pasado a historias transformadas en las que ellas también llevan la voz cantante, como la nueva versión de Rapunzel o el blanqueo de los personajes malvados, convirtiéndolos en víctimas. Un libro muy interesante para mirar los libros de nuestra infancia con una nueva mentalidad crítica.