Como ocurre muchas veces el título original de una película dice más de ella que las traducciones, este es el caso de
Destaca tremendamente la forma en que se narra la historia de este reconocido personaje, pues nos muestra su lado más humano, la ayuda a los pobres, el compartir con su familia, sus oraciones a Dios, sin embargo comenzamos a ver con suma sutileza su lado más oscuro, en donde manipula a su familia ordenándolos como si fueran piezas de decoración, en donde la vida humana es un factor sacrificable para su beneficio propio... en donde él se considera al mismo nivel que Dios en una sociedad sumamente católica.
El pasar así de un aspecto a otro le da tal profundidad al personaje que lo convierte en un ser aún más escalofriante que el caricaturesco traficante rodeado de prostitutas que solemos ver en televisión, como en la teleserie del mismo personaje El patrón del mal. Esta visión de la obra, complementada con la actuación de Benicio Del Toro, hacen de esta representación de Pablo Escobar un ser único y notable, por sobre los demás que hemos visto.
Desde sus inicios la narración cada vez se vuelve más intensa, permitiéndonos pasearnos por toda clase de profundos sentimientos, acompañando esta narración con una excelente fotografía que intercala planos suaves, bien compuestos y armoniosos para describirnos
En definitiva, si se quiere aprender realmente sobre la mente de un hombre como
: Un joven surfista, cree que todos sus sueños se han hecho realidad cuando va a Colombia a visitar a su hermano. En un ambiente idílico de lagunas azules y blancas playas, Nick se enamora perdidamente de la bella María. Todo parece perfecto hasta que Nick conoce al tío de la joven, un tal Pablo Escobar: el hombre más poderoso de la mafia colombiana y uno de personajes más ricos de su época.