Si hay un periodo especialmente fértil para la literatura de terror, ese es el que se dio en Inglaterra bajo el gobierno de la reina Victoria. Allí comenzaron a publicar algunos de los escritores más notables de la época, como es el caso de Bram Stoker.
No obstante, esta eclosión de cuentos de fantasmas se prolongó en el tiempo y algunos autores que escribían sobre otras materias, como Charles Dickens, no pudieron sustraerse a esta temática. Fue un periodo, además, en el que resaltó mucho el relato de fantasmas escrito por mujeres.
Las sesiones espiritistas y las fotos de fantasmas estaban en auge, sobre todo entre las clases más acomodadas, que las consideraban una diversión como otra cualquiera. Otras personas lo tomaban más en serio y obtenían consuelo del supuesto contacto con sus seres queridos, pero en general, era otra manera de pasar el tiempo.
Fantasma inglés de la época
Fantasmas: relatos victorianos y eduardianos (Akal) es una maravillosa recopilación de cuentos góticos. Y no lo digo por la calidad literaria, que la tiene, sino porque se trata de una edición anotada y además está lujosamente presentado. Es un volumen grande, con una introducción erudita sobre los cuentos de fantasmas y con ilustraciones, referencias cruzadas, aclaraciones, etc.
Todo ello hace que sea una edición muy apetecible para los amantes del tema, y que aunque tengamos los relatos en otras antologías o por separado, no podamos evitar caer en la tentación de incorporarla a nuestra biblioteca.
En cuanto a los creadores destacan, entre otros, los siguientes: Elisabeth Gaskell, Charlotte Perlins Gilman, Henry James, Bram Stoker, Charles Dickens, Saki, Robert Louis Stevenson, M.R. James, Algernon Blackwood, Margaret Oliphant, Sheridan Le Fanu, Rudyard Kipling, etc.
Lo dicho, un volumen muy apetecible con unos autores que, aunque hayamos leído, siempre apetece volver.