V.E. Schwab es una autora a la que me he aficionado este mismo año, tras descubrirla con la lectura de La vida invisible de Addie LaRue. Así que, como puedes ver, apenas he tardado en hincarle el diente a Gallant, su última publicación: una novela cortita de tintes góticos que Umbriel ha editado en un precioso ejemplar ilustrado en castellano. Lo malo, esta maravilla apenas me ha durado un suspiro. Lo bueno, he disfrutado cada página con oscuro deleite. ¡Te cuento más!
Gallant comienza con su protagonista, la jovencita Olivia Prior, encerrada en un orfanato para niñas en el que siempre se ha sentido fuera de lugar. Poco a poco, vamos conociendo más sobre esta chica que, por ser muda, sufre constantemente el rechazo de sus compañeras. A su tendencia de aislarse y recluirse de las demás, no ayuda demasiado el hecho de que Olivia puede ver espíritus que se le presentan constantemente en su visión periférica, como tampoco ayuda el desconocimiento de su propio pasado, que únicamente puede esbozar a través de las páginas del diario de su madre, de quien nunca supo nada, excepto que su salud mental parecía bastante precaria desde que su padre falleció. Un día, la joven recibe la extraña carta de un familiar desconocido. Su tío la invita a ir a vivir a Gallant, aduciendo que lleva años buscándola y su familia quiere por fin darle el hogar que merece. Olivia parte muy ilusionada a la mansión, habitada ahora por sólo tres personas y llena de secretos y misterios que debe ir resolviendo hasta conocer la verdad que oculta Gallant y la familia Prior. Más espíritus, el comportamiento extraño y enfermizo de su primo, un muro que no se debe traspasar, la aparición de otro diario lleno de horrores, una antigua maldición y “otra” Gallant oscura y siniestra habitada por un ser de pesadilla, serán sólo algunos de los nuevos elementos en la vida de Olivia, quien, a pesar de todo, se siente por primera vez en casa.
Esta novela breve no tiene desperdicio. Tétrica desde el minuto uno, promete estar envuelta en ese halo gótico que tanto nos gusta a los amantes del terror, sin llegar a ser nunca una historia de este género al 100%, sino más bien un cuento gótico de casas encantadas, sombras, vida y muerte. La descripción que hace V.E. Schwab de los espíritus, incompletos, fragmentados y tendentes a desvanecerse si enfrentas su mirada directamente, es tan fascinante como aterradora, así como la recreación del ambiente de las dos casas, con la Gallant original en la que se intuyen los misterios y la Gallant oscura en la cual la sombra, la decadencia, y la muerte lo impregnan todo. El ritmo de la novela con pocos diálogos, frases cortas y muchos giros y revelaciones, hace que la historia fluya sola y termine antes de lo que esperas, dejando una extraña impronta en el alma del lector, de esas que sólo la literatura de terror o misterio es capaz de provocar.
Además, las ilustraciones de Gallant cumplen la doble función de embellecer y completar la historia, ya que son parte de la trama, y este libro es de tal belleza que queda perfecto en cualquier estantería de casa.
Si todavía no conoces a Schwab no te lo pienses más y echa mano de cualquiera de sus libros. Yo, por el momento, puede recomendarte con conocimiento de causa tanto Gallant, como La vida invisible de Addie LaRue y Una magia más oscura. Pero prometo ir dejando por aquí mis impresiones del resto de su obra, conforme me vaya haciendo con ella.