La Campaña escarlata es la segunda entrega de la trilogía Los Magos de la Pólvora de Brian McClellan. Esta historia de fantasía épica muy del estilo siglo XVIII con reminiscencias a algunos elementos que me recuerdan mucho a Sanderson, tiene un poco de todo: magia, guerra, traiciones, y un buen puñado de personajes bastante peculiares. Tras su lectura, mi interés por el sello Gamon de la editorial Trini Vergara (la encargada de publicar este libro en castellano) se ha incrementado considerablemente y parece que todo apunta a que esta editorial apuesta por buenas historias de fantasía y ficción de autores emergentes.
¿Qué te vas a encontrar en La Campaña escarlata? Tras los acontecimientos narrados en Promesa de sangre el lector vuelve a asistir a las peripecias de los diferentes protagonistas. Por un lado, en Adro, el inspector Adamat intenta rescatar a su familia de las garras de Lord Vetas, astutamente escondido mientras continúa fraguando maldades. En esta difícil tarea, toda colaboración será poca, y encontrará los aliados más extraños que se pueda imaginar… Pero fuera de la ciudad también hay problemas y el mariscal Tamas y sus generales intentan detener el asedio de las tropas de Kremisir, un enfurecido dios sin piedad al que el propio hijo de Tamas, Taniel, disparó en un ojo. Por su parte, Taniel contará con la inestimable ayuda de Ka-poel una “salvaje” con poderes que le serán más que útiles al mago de la pólvora para intentar sobrevivir una vez más.
Lo mejor de esta historia para mí ha sido su trama muy bien hilada y con bastantes momentos de acción, personajes intensos y especiales como la valiente Ka-poel, el desesperado Adamat o Bo y sus espeluznantes poderes y, sobre todo, la magia existente en este universo creado por McClellan con personas que pueden tocar el “otro lado” y la figura de los denominados magos de la pólvora, con la capacidad de manipular pólvora de una manera que me ha recordado mucho a la alomancia de Brandon Sanderson. Además, en La Campaña escarlata los dioses se presentan como seres de carne y hueso, que guisan o lideran ejércitos de humanos, de modo que casi se te olvida que, en el fondo, están a lo suyo y poco les puede importar realmente lo que le pueda suceder a la gente, un mero daño colateral. El libro tiene un ritmo muy ágil, tiene la capacidad de atraparte desde la primera página y, ocurren tantas cosas, que no te da tiempo a aburrirte ni un segundo.
Como cabe esperar, la puerta queda más que abierta a un desenlace que se estima que verá la luz en 2023, completando así esta original trilogía que seguro que tiene un final a la altura de las circunstancias. ¡A esperar toca!