La casa al final de Needless Street es el libro de Catriona Ward que está revolucionando a muchos lectores y que ha impactado incluso al mismísimo Stephen King, autor que recomienda con creces su lectura. Esta novela que mezcla el terror y el thriller psicológico está editada en castellano por Runas (Alianza Editorial) y su extraña historia tiene la peculiaridad de calar hondo en el lector y permanecer incluso tiempo después de finalizar el libro. Aunque no es nada fácil hablar de lo que tiene de interesante esta lectura sin desvelar nada importante, con esta reseña me propongo meterte el gusanillo para que tú también (¿disfrutes?) de La casa al final de Needless Street. A ver si lo consigo…
El argumento que presenta Catriona Ward es aparentemente sencillo: hace once años una niña desapareció en un lago, sin que desde entonces nadie la haya vuelto a ver. Su hermana mayor, Dee, no tira la toalla para encontrarla incluso tanto tiempo después de lo sucedido y sus pesquisas la llevan hasta Needless Street y el misterioso habitante de un caserón con las ventanas tapiadas: Ted, su principal sospechoso. Y es que lo que parece claro es que algo raro le ocurre a Ted, un adulto con un comportamiento a ratos bastante infantil que vive con su hija y su gata, Olivia. A través de capítulos que intercalan el punto de vista de Ted, Dee e incluso la gata, el lector irá componiendo fragmentos del pasado y el presente de estos personajes, en una trama que se hace por momentos más complicada y difusa hasta desencadenar en un desagradable final que pone todas las piezas en su sitio, y que te deja con una sensación inquietante cuanto menos.
En La casa al final de Needless Street la autora juega con un lector cada vez más desorientado que, cuando cree que empieza a entender, se topa de bruces con una información que vuelve a romper todos los esquemas, mientras los misterios y las preguntas se siguen acumulando. En ningún momento se muestra de manera clara nada de lo que está ocurriendo: ¿Qué tiene enterrado Ted en el bosque?, ¿qué le ocurre a su hija?, ¿qué le pasó a la niña desaparecida?, y muchos más interrogantes que sólo el tiempo y el pasar de las páginas logrará despejar. Como ya puedes imaginar, se trata de ese tipo de libros en los que al final, y no antes, se entiende todo lo que ha sucedido, dotando de sentido a cada capítulo del mismo.
Este extraño relato mantiene en todo momento una atmósfera lúgubre y opresiva en consonancia con el misterio que envuelve a Ted y su comportamiento. Una casa oscura en la que nunca penetra la luz del sol, un bosque que esconde algo, recuerdos deformados para esconder la espantosa verdad, etc. Pero el terror plasmado por Catrina Ward es el peor de todos, porque puede ser perfectamente real y el punto de partida de esta historia tiene, de hecho, una base real, tal y como explica la propia autora en el epílogo.
Sé que la sinopsis de La casa al final de Needless Street puede saberte a poco, que no te apetezca leerte una historia de secuestros barnizada con tintes de misterio o que pases de complicarte la vida con una trama tan enrevesada, pero en ese caso te estarás perdiendo un grandísimo libro que se sumerge en un tema muy poco explotado en la literatura y del que aprenderás mucho sin tan siquiera pretenderlo.
En resumen, La casa al final de Needless Street es un libro muy bueno plagado de misterio, terror, giros y sorpresas y que encima tiene gatos. ¿Qué puede salir mal?