Reseña de "La chica descalza en la colina de los arándanos" de Nieves Mories

Publicado el 28 mayo 2022 por Rt

Nieves Mories es una de las autoras preferidas en este blog. Me gusta sobre todo la variedad de registros que tiene, pero también la existencia de un tema común que vertebra toda su literatura. La muerte, los muertos, la idea de que aquellos que se van en realidad se quedan con nosotros aparece en varias de sus novelas, dando un juego ,muy interesante entre fantasía y realidad. 

 

En un pueblo perdido de la América profunda hay una mansión. En realidad se trata de una historia extrapolable a cualquier parte del mudno. Pero estamos en América. Allí hay una extraña joven y un extraño joven que coinciden la noche de Navidad. Lo que ocurre después es un descenso a los infiernos en el que los dos protagonistas no saldrán bien parados. 

La chica descalza en la colina de los arándanos (Editorial Cerbero) es una novela breve que adelanta mucho de los temas que Nieves desarrolla en otros libros. Para empezar, esa mirada irónica. En la colina de los arándanos no crece ninguno de esos frutos. Y la muerte tampoco es el final de la vida. Es el comienzo de algo más complejo y retorcido. 

Se puede considerar como una nouvelle gótica, en la que la presencia de la casa vertebra la vida de los personajes, que viven en un lugar de América indefinido. Los personajes muertos se encuentran en un limbo en el que nada cambia, pero tal vez el destino de los vivos sea peor, puesto que están imbuidos de un profundo tedio y prisioneros de los errores que cometieron en el pasado. En este sentido, la vida y la muerte se dan la mano en esta colina donde no crecen los arándanos pese a su nombre. 

 

Mulberry Hill representa todo aquello que los personajes no pueden lograr y se alza como un monumento al dolor, a la muerte, a los perdedores y a las aspiraciones que se dejan por el camino. No se puede culpar a nadie de los fracasos personales y el hecho de sobrevivir un día más puede verse tanto como una derrota como una victoria sobre el hastío vital y la abulia que rodea al lugar. 

Como en muchas de las obras de la autora, la casa se alza como un personaje más de la trama. Es un entorno claustrofóbico, casi en ruinas, pero siempre tiene algo que decir o algún fantasma que albergar. Y es que a veces hay que tener más miedo de los vivos que de los muertos. En este sentido, Nick, el habitante de la casa, vive una vida incompleta y llena de pecados del pasado. La chica de los arándanos está también ahí, pero tampoco puede avanzar. Y rodeándoles está la América Gótica más rural y paupérrima. 

Usando metáforas cotidianas, Nieves Mories nos traslada al peso de la culpa, al horror del día a día, de las jornadas uniformes y monótonas que terminan por volver locos a los vivos y a los muertos. Y lo hace con ese estilo tan suyo que hace que no puedas parar de leer.