Por José Gabriel Marín.
La novela de Marinieves Garabal nos ofrece una inmersión en los mejores sentimientos que tiene el ser humano. Débora es una joven ejemplar que llena de amor a las personas que les rodea: su tío, la empleada del hogar, sus profesores y amigos. Ello le llena de felicidad y provoca envidia y celos en personas carentes de valores. Una treta contra ella la colocará en la más absoluta indefensión pero, de nuevo, el aura de bondad que le rodea la colocará en el centro de atención de personas igualmente bondadosas que de forma generosa y desinteresada la devuelven a su trono sencillo pero reconfortante.
Esta novela nos presenta también personajes de gran altura moral. Nos recuerda el camino de la auténtica felicidad que no es otro que la entrega desinteresada al prójimo. Frente al desengaño del amor, la ausencia de rencor y la confianza en el prójimo. En definitiva, este libro no va dirigido a los adoradores del becerro de oro sino a quien quiera deleitarse con las personas de buena voluntad.