La trilogía La Era de la Locura de Joe Abercrombie llega a su fin con La sabiduría de las multitudes, un broche de oro a una historia de fantasía en la que Lord Grimdark se supera a sí mismo, lo cual, a estas alturas, yo creía algo imposible. Y es que, a pesar de haber leído todos los libros del autor, a cada cual más duro y sangriento, no es hasta llegar a esta historia cuando la verdadera locura, salvajismo y destrucción se desata… Prepárate para lo peor.
Abercrombie retoma la historia poco después de los acontecido en El problema de la paz, segunda entrega en la cual asistimos a cruentas luchas por el poder y al surgimiento de un movimiento bastante descontento con el orden establecido, formado por los llamados Rompedores y Quemadores. Ahora, es el turno de estos ciudadanos ansiosos de sangre de romper con todo lo conocido e instaurar su propia versión de la Unión, a través de ajusticiamientos populares, purgas, matanzas y todo tipo de medidas drásticas y sádicas que el lector pueda imaginar por cortesía del señor Abercrombie. Con el pasar de las páginas, todo va de mal en peor, la hambruna y la miseria de la población empieza a ser generalizada, los edificios públicos se destrozan o transforman grotescamente y únicamente es necesario que alguien te señale con un dedo para acabar volando en caída libre arrojado desde una torre, tras un esperpéntico simulacro de “juicio”.
Te estarás preguntando acerca del lugar que este desolador escenario puede reservar a los protagonistas de la trilogía acostumbrados al poder y la gloria como el rey Orso, la empresaria Savine o el valiente militar Leo. Pues bien, a pesar de seguir con vida, estas piezas tan importantes en la antigua Unión se ven obligadas a intentar sobrevivir día a día como pueden. Mientras que Orso se ha convertido en un mero rehén de su propio hogar, humillado y vilipendiado por los nuevos gobernantes, Savine se alza en un inteligente acto estratégico como la salvadora de los pobres, donando sus bienes y trabajando por el pueblo llano para salvar el pellejo. Su marido, Leo dan Brock, maltrecho y tullido, sigue luchando por tener la admiración y respeto de todos, desarrollando por el camino una ambición que no conocerá límites.
Y no menos importantes son los acontecimientos que, paralelamente, se desarrollan en el Norte. Sentada en el trono arrebatado a Stour Ocaso, Rikke busca la manera de hacer frente a la más que inminente amenaza de Calder el Negro. Para ello, la joven jugará astutamente sus cartas, mientras que su entorno se pregunta si sus errores o aciertos se deben a alguna de sus visiones o si todavía no está lista para gobernar. Las páginas dedicadas a esta parte de la trama son también intensas, duras y llenas de giros y sorpresas.
La sabiduría de las multitudes es un libro lleno de traiciones y alianzas, algunas de ellas tan inesperadas y extrañas que cuesta creer que estás leyendo bien. Cuando piensas que ya nada raro o impactante puede pasar, el autor vuelve a despistar y revelar una nueva información que te deja de piedra y hasta prácticamente el final del libro, Abercrombie juega a esto sin ninguna piedad para el pobre lector que acaba hiperventilando. Pero a los asiduos de Lord Grimdark nos va la marcha y ya estamos curtidos tras la trilogía La Primera Ley, y el resto de su obra por lo que, en el fondo, hemos aprendido a disfrutar a la par que a sufrir y aguantamos lo que nos echen.
Ahora la pregunta es: ¿habrá otra trilogía o novelas que narren los acontecimientos posteriores a La Era de la Locura? Tiene todo el sentido del mundo que así sea, puesto que el autor está basando toda su obra en el universo del Círculo del Mundo y tiene el éxito asegurado si nos trae de vuelta a sus personajes más populares, aunque sea tras el paso de los años, como hizo tras el salto de La Primera Ley a esta última trilogía. La semilla del futuro caos, desde luego, ya está sembrada. Sólo queda esperar para recoger sus frutos.
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