Reseña de "Les Bizarres" de Íñigo Gibernau Murré

Publicado el 01 agosto 2020 por Rt
Si hay una ciudad mágica en el mundo, esa es Nueva Orleans. Su arquitectura única, su cercanía a la naturaleza salvaje de los pantanos y su mezcla incomparable de sangre francesa y africana, la han dotado de un halo de misterio en el que todo es posible.
Por eso me encantan los libros ambientados en dicha ciudad. Y cuando descubrí este libro gracias al blog de Chica Sombra no me pude resistir a leerlo. Por cierto, es un blog que os recomiendo encarecidamente. 
Dudo a la hora de definir Les Bizarres (megustaescribir) como un libro de relatos. En realidad cada relato es el capítulo de una novela en la que sus personajes están interconectados. En ella se mezclan, de forma magistral, lo mundano y lo sobrenatural. Sin estridencias, sin sustos fáciles. Tal y como ocurre en Nueva Orleans. 
Las historias más reales tienen un halo de novela negra. Por ellas desfilan abogados que cometieron un único error en la vida que les sigue persiguiendo, prostitutas que buscan la redención, pintores capaces de ver lo místico o músicos de blues malditos, una de las constantes de Nueva Orleans. Todos recordamos a Howling Wolf, aquel músico que vendió su alma al Diablo a cambio de tocar blues como los propios ángeles. Y es que además es la banda sonora de la ciudad, la que cantaban los esclavos negros de las plantaciones mientras recolectaban el algodón. 
NOLA, el lugar donde todo puede suceder
Pero también encontramos personajes extraños, como Percival el Caminante, una figura clave a lo largo del libro y que amalgama todas las historias en torno a su persona. Los ambientes están muy bien descritos y los personajes son muy sólidos. Es fantasía urbana de la buena.
Este libro se ha publicado a través de Me Gusta Escribir, una red social para publicar libros. Me da mucha rabia que libros tan sólidos y tan buenos como estos queden fuera del mercado editorial. Su calidad es superior a muchos supuestos bestsellers que nos anuncian en marquesinas de autobús. Y es una pena que libros de esta calidad se queden al margen.  
Sólo me queda desearle ánimo al autor para que no se rinda y espero que alguna editorial pequeñita de género le dé una oportunidad, porque se la merece.