Hoy os quiero hablar de ¡Despierta!, una novela española que fue publicada por la editorial Odisea en el año 2011. Se trata de un título de literatura juvenil LGTB que me llamó mucho la atención en su día y que, a pesar de haber tardado en leerla, por fin hoy, os traigo la reseña. ¿Qué me habrá parecido? ¿Habrá valido la pena tanta espera?
¡DESPIERTA!, de José Ángel Parejo
Mario tiene diecisiete años y un buen puñado de sueños por cumplir. Le gustaría volar lejos del nido familiar y convertirse en un afamado director de cine, aunque todavía no sabe cómo hacerlo. Su vida transcurre sin ninguna emoción entre el instituto y los encuentros con Pau, su única confidente y la persona con quien comparte su secreto de seis letras. Pero un día, Mario recibe un e-mail de su mejor amigo, Yago, a quien no ve desde hace dos años. Y desde ese momento su pequeño universo comienza a tambalearse.
Os respondo de inmediato: no valió la pena la espera. Es más, ¡Despierta!, de José Ángel Parejo, fue una total y absoluta decepción para mí. No quiero ser cruel ni dañar sensibilidades, pero os tengo que contar qué me ha parecido esta historia que versa sobre Mario y sus problemas:
En primer lugar, la sinopsis nos hace creer equivocadamente que la novela tratará sobre las aspiraciones adolescentes de Mario, de su vida y sus sueños y de cómo lucha por conseguirlos a pesar de los inconvenientes que vayan a surgirle por el camino… ¡MEC! ¡Error! No, no, no, la novela no va de eso ni por asomo. Tal vez al principio el autor quería encaminar su historia hacia el descubrimiento personal de Mario, y las primeras páginas parecen apuntar a un camino parecido… sin embargo, pasadas las treinta páginas de la novela, el argumento coge un riel totalmente diferente. Un sendero un tanto… fantástico o paranormal.
Sólo quiero decir que desenredé el gran misterio en la primera aparición de Yago porque es un secreto tremendamente previsible. Esperaba que “¡Despierta!” tratara de algo más, que tuviera alguna chicha que pudiera comentar en esta reseña, pero me di cuenta de que, como novela era muy simple, sin tramas secundarias ni personajes secundarios que aportaran algo interesante. Si nos ponemos serios, ni siquiera Mario y Yago que supongo son los personajes principales, aportan vitalidad a la trama.
Luego tenemos el estilo narrativo del autor, que es de lejos tan simple como la propia trama argumental. Se deja leer, pero no me quitaba de encima la idea de que le habría venido genial un buen repaso. El estilo vocativo del autor, que increpa al lector como si de un antiguo juglar contando la historia se tratara, me chirriaba a partes iguales junto al giro argumental. Parecía una novela dirigida a niños y, ahora que lo pienso, tal vez este libro sea perfecto para los más pequeños de la casa porque para adolescentes se hace muy, pero que muy básico. Y por si fuera poco, no encontré profundidad en sus personajes, dentro de una semana no me acordaré de cómo se llamaban ni cuáles eran sus motivaciones. Por lo tanto, no salvo ni argumento ni personajes de la quema. Ambas características de la novela están totalmente huecas.
Para echarle de comer a parte son las escenas finales, con momentos totalmente fuera de contexto e inverosímiles. Algunas eran de vergüenza ajena porque intentaban apelar al corazón y a la ternura del lector y, lo habrían logrado en mi caso, si las formas hubieran sido las adecuadas.
Definitivamente, “¡Despierta!” es una novela que, dentro de mi humilde opinión, no merece estar publicada. Al menos no sin pasar antes por una buena reflexión y una buena corrección. Hay historias juveniles LGTB muchísimo más interesantes y que aún hoy descansan en un cajón. En esas historias, seguro que se trata de verdad la adolescencia sin caer en tópicos (la gótica es la “rarita” del colegio…), creando personajes inteligentes, amores apasionados y tramas lógicas (ya sean de género fantástico como de novela negra) que nos mantengan en vilo durante noches enteras. Y esas novelas no están publicadas, en cambio “¡Despierta!” sí, y eso me parece injusto. Tengo que ponerle fin a este tormento y comentaros que, por supuesto, yo no lo recomendaría absolutamente a nadie. Ni para empezar en la literatura LGTB ni tampoco para abandonarla para siempre.
Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace tres años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.