Tomo Único | 416pp
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Cuatro viejos amigos de la universidad se reúnen de nuevo para recorrer los parajes salvajes del Círculo Ártico escandinavo y revivir los viejos tiempos. Pero pronto descubren que la vida les ha llevado por caminos diferentes y que poco tienen ya en común. Con el paso de los días, las desavenencias se van convirtiendo en obstáculos que añadir a los que presenta el terreno virgen y boscoso que pisan y a los problemas derivados de la poca preparación del grupo de excursionistas. Perdidos, hambrientos y rodeados por un bosque que no parece haber sido pisado durante milenios, no parece que la situación pueda empeorar, hasta que se topan con una desvencijada cabaña que esconde en su interior rastros de ritos ancestrales y de sacrifi cios paganos dedicados a una presencia que todavía habita el bosque. Una presencia inhumana que sigue de cerca sus pasos. Y mientras el cuarteto de amigos se arrastra hacia la salvación, descubre que hay cosas peores que la muerte entre esos árboles centenarios…
Te recorre un escalofrío por la espalda. Te sabes perdido en medio de un bosque que presume de seguir virgen a pesar de llevar siglos poblando la Tierra. Tus amigos no hacen caso de las señales que tú percibes como un peligro inminente y terrible y todos termináis adentrándoos en las profundidades de la oscuridad, rodeada de ramas punzantes que arañan tu piel con cada paso y altas copas de abetos, interminables y eternos apuntando al cielo encapotado. La lluvia cruel no cesa sobre tus espaldas, y te sientes miserable y cansado. Pero muy dentro de ti sabes que algo peor está a punto de suceder. Nunca debieron coger aquel atajo, nunca debiste, ni tú ni tus amigos, pisar las húmedas y misteriosas tierras de aquel bosque. Con vuestra visita habéis despertado algo. Algo que se escapa de vuestro entendimiento. Algo místico y ancestral. Un ente que os persigue silenciosamente y que, pronto, muy pronto, saboreará hasta la última gota de vuestra sangre.
Adam Nevill tiene un estilo un pelín recargado. Sus frases son largas como el hambre, pero todas guardan una hermosa simetría, una poesía y una filosofía impactante para el entorno catastrofista con el que aborda al despistado lector. La ambientación está perfectamente sincronizada con el desarrollo de los personajes; con este libro podréis sentir el frío de la lluvia cayendo incesante por vuestro cuerpo, el aroma a verde y a musgo mojado… podréis sentir el terror claustrofóbico de saberos atrapados en un enorme bosque, donde las salidas y las entradas son iguales y donde daréis vueltas en círculo, persiguiendo una sombra esperanzadora. Y las pobres almas que os acompañarán en el viaje cuentan con grandes escalas de color, ayudándonos a congeniar y conocerlos a todos en profundidad. Diría que Luke, el vividor del grupo de cuatro amigos, es el protagonista innato en esta novela. A pesar de que el autor no pierde de vista a ningún personaje durante el libro, todo lo veremos desde el prisma de este joven soltero que trabaja en una espantosa tienda de CDs, es por ese mismo motivo que es el personaje que más me ha llegado. Me sentí identificado en ciertos momentos con él, a pesar de que somos muy diferentes. Su desarrollo psicológico es como un reloj de arena, cae tímidamente pero con buen ritmo. Tengo que destacar además las influencias notorias de la mitología nórdica y, sobre todo, de HP. Lovecraft.
El Ritual, aparte de ser una historia bien orquestada, dirigida e interpretada, es una novela que rescata los temores más primogénitos de nuestro interior. El autor sabe jugar magníficamente con el terror psicológico y estoy seguro de que a más de uno hará acelerársele el corazón. Es una novela no apta para cardiacos, porque las escenas gráficas y duras se cuentan por miles entre sus páginas, por lo que es una salvajemente adictiva, violenta y a la vez inteligente propuesta que no dudo en recomendar con entusiasmo. Si queréis una experiencia original, fuerte y marcadora, Adam Nevill os estará esperando en el bosque nórdico más peligroso de Europa. ¡Buen viaje!
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Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace dos años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.