¿Qué pasaría si las horas se alargaran y los días dejaran de tener 24 horas? ¿Qué pasaría en un mundo en el que un solo día puede llegar a durar una semana?
LA EDAD DE LOS MILAGROS, de Karen Thompson Walker
Julia tiene once años y vive una plácida existencia en la soleada California con su familia cuando las noticias informan de algo que cambiará el mundo por completo: es, simplemente, el principio del fin del mundo visto a través de los ojos de una niña.
Estamos en un futuro cercano, casi un presente, tan actual como cualquier día nuestro. Nuestra protagonista, Julia, es la hija única de un matrimonio de clase media, que vive en un barrio típico americano, con sus casitas de madera y su parcela de jardín, su calle tranquila y su autobús para ir al colegio. Julia tiene once años, la edad de los cambios, la edad en la que las hormonas comienzan a florecer. Una edad importante en la vida de todos nosotros. Sin embargo, su cambio, su adolescencia, no transcurrirá con toda la normalidad que todo el mundo espera. Un buen día, los científicos descubren que la rotación de la Tierra se ha visto alterada y que este fenómeno sin precedentes afectará al transcurso de los días y las horas. Poco a poco, los días empezarán a hacerse más largos, y las noches, más eternas. Pasarán semanas siendo de día, y semanas siendo de noche y por ahora, no parece que exista una solución viable.
La vida de esta familia de clase media se verá afectaba, como es lógico y seremos testigos de una revolución interesante, surgida por el cambio “climático” que dará el planeta. Las plantas empezarán a morir lentamente, así que la comida fresca y muchos alimentos esenciales empezarán a escasa rápidamente; la actividad humana se verá por completo afectada, dividiendo a la sociedad en dos posturas radicales: los que deciden seguir la hora “oficial” (tal y como la conocemos ahora) y los que deciden regir sus días mediante la hora “natural”, limitando sus actividades alrededor de la duración de la luz solar. Todo esto, pasará rozando a cada familia, en especial a la de Julia. Julia comenzará su adolescencia en un mundo incierto, un mundo que se está desbaratando. Ella está cambiando, sus amistades también están cambiando y su vida, aparte de haber cambiado radicalmente, también ha conocido el amor.
Como os comentaba, esta novela al final no va de “nada”. Es cotidiana, nos cuenta el día a día de una niña de once años en un mundo que se está cayendo a pedazos. No se centra en ese apocalipsis inminente que se cierne sobre la humanidad, eso es más bien el escenario de una historia de evolución personal, una historia de nuestro primer amor (no ese adolescente, sino el casi infantil) y una historia en el que todos nos podremos sentir tremendamente identificados.
La edad de los milagros es una novela sencilla, y será perfecta para vosotros si lo que buscáis en un libro es pasar un rato agradable e inolvidable. Si buscáis originalidad, profundidad y calidad literaria, lo encontraréis justo aquí. Sobre todo originalidad porque, ¿quién ha leído una historia parecida a esta? A mí casi no se me ocurren ejemplos literarios, apenas cinematográficos, para compararlos con esta obra, o sea que estoy seguro de que será una agradable sorpresa para vosotros, y os lo pasaréis de fábula conociendo este peculiar “fin del mundo”.
Sin embargo, podéis alejarlos rápidamente de este título si os aburren los libros lentos o que no vayan de “nada” porque aquí no encontraréis un argumento con mil giros o mil subtramas. No estamos ante una novela de romance adolescente, ni siquiera podría categorizarla como una novela juvenil (aunque sí crossover) así que tampoco esperéis grandes escenas tórridas de amor, sino más bien un viaje sobre el descubrimiento personal, descubriendo el sexo, el deseo y el primer amor bajo un telón muy diferente al habitual.
En conclusión, La edad de los Milagros es una novela milagrosa, escrita con tino y exquisitez, que hará las delicias de los más exigentes, quienes la devorarán hasta el final y querrán repetir plato, sin duda alguna, tal y como me ha pasado a mí. ¡Disfrutad de la lectura!
Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Comercio Internacional y Psicología. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.