Julia Elliott es la inclasificable autora con la que ha debutado la editorial Horror Vacui. Ciertamente, se necesita mucho valor para montar una editorial en estos tiempos y sobre todo, para apostar por un género arriesgado, el del terror escrito por mujeres. Desde este blog queremos desearles en primer lugar toda la suerte del mundo.
Sus relatos son a la vez normales y prodigiosos: tienen esa capacidad de asombrarnos con su imaginación desbocada dentro de parámetros más o menos reales. En ellos, una anciana enferma de alzehimer accede a someterse a una terapia de rejuvenecimiento celular. No será la única, puesto que también conoceremos en otro de los cuentos a una mujer de mediana edad que acude a un spa en medio de la nada donde pretende rejuvenecer gracias a la alimentación orgánica y a la autoayuda, de la mano de un coach muy reputado.
Asimismo, otra anciana tiene visiones sobre el fin del mundo que intenta transmitir a su nieta y a las amigas de esta en una fiesta de pijamas. Los nuevos vecinos, su enorme cantidad de hijos y los secretos que esconden atraerán irremediablemente a una adolescente, que no sabe dónde se mete. Un doctor y sus ayudantes intentan estudiar las experiencias amorosas de un robot al que van cambiando de género.
Como véis, son temas originales y en caso de que aparezcan situaciones trilladas, la autora sabe darle otra vuelta de tuerca con la que atrapar al lector dentro del universo malsano que nos presenta. Se ha dicho que su escritura mezcla lo gótico, lo distópico, lo absurdo y la ciencia ficción. Pero creo que el punto fuerte son los personajes, que transitan por unas situaciones que les superan en la mayoría de los casos sin apenas inmutarse, lo que le aporta al libro una pátina de irrealidad muy difícil de lograr.
Son relatos que transportan al autor al universo personalísimo de la autora y nos hacen oscilar entre el escalofrío y la carcajada llena de ironía. Un debut fuerte de una editorial que se augura potente.