Conocí a Charlotte Perkins Gilman con su libro El papel amarillo, cuya reseñoa podéis leer aquí. En esta novela corta analiza con gran precisión dos fenómenos que ocurrían en su época: la condescendencia de los hombres hacia las mujeres que presentan una obsesión y la depresión postparto, de la que poco o nada se había hablado.
La autora era una feminista de las de antaño, de las que escandalizaban a la sociedad. Ella misma se divorció y cambió de apellido, lo que supuso todo un escándalo en su época.En esta novela que nos ocupa ahora, Matriarcadia (Ediciones Akal) narra la historia de una sociedad compuesta únicamente por mujeres. Han empezado a reproducirse por partogénesis (es decir, sin necesidad de espermatozoides) y llevan dos mil años viviendo en armonía. A este país llegan tres hombres con diferentes caracteres: uno es un romántico y soñador, otro es millonario y caprichoso y el tercero (que es el narrador de la historia) está abierto a todo lo que puedan enseñarle estas mujeres.
Con este libro, la autora no aboga por hacer que desaparezcan los hombres, sino que se trata de una crítica a la rigidez de la sociedad de su época, que tenía encorsetadas a las mujeres en roles muy definidos de los que no podían salirse. Y además hace una sátira de la condescendencia masculina en la figura del millonario, que parece saber perfectamente cómo tratar a las mujeres en cada momento.Los tres hombres tienen la oportunidad única de conocer una civilización aislada del resto de países en sus propias carnes. Cada uno reaccionará según sus vivencias, sus creencias y sus necesidades vitales. Las mujeres, por su parte, no se muestran hostiles a esta visita e intentan aprender todo lo que puedan de los hombres. Pero siempre hay factores que desestabilizan esta aparente convivencia en armonía.
Hay que tener en cuenta que esta novela utópica está escrita en 1915, en una época en la que resultó revolucinaria. Sin embargo, Charlotte no pudo sustraerse a ciertas ideas clasistas que recibió como herencia cultural, de modo que se nota cierto desprecio a las clases bajas. Es una pena, porque hubiera sido un libro redondo. Pero cada autor es producto de su época y hay cosas de las que no puede desligarse. Si conseguimos no juzgar su obra con la mentalidad de hoy en día, sin duda disfrutaremos de esta original novela.