Reseña de "Mugre rosa" de Fernanda Trías

Publicado el 08 enero 2022 por Rt

Fernanda Trías es una de mis preferidas en la nueva hornada de narradoras sudamericanas valientes. Aquí en el blog ya hemos hablado de La azotea, una agobiante metáfora del confinamiento, aunque no escrito con ese fin. 


Y ahora retrata de una forma muy potente y visceral el cambio climático en Mugre Rosa (Literatura Random House). Algo empieza a suceder en las ciudades de costa. El mar se cubre de una extraña espuma rosa que nadie sabe de dónde procede. Los peces y microrganismos mueren. Cuando los buzos se sumergen para recoger muestras, la espuma se les ha adherido a los trajes y las consecuencias son fatales. Poco a poco las playas se llenan de cadáveres de animales marinos. Pero eso no es todo, el viento que procede del mar trae consigo esa especie de infección que acaba haciendo mella en los habitantes, que cada vez huyen más hacia el interior. 

Por si fuera poco, ante la dificultad de conseguir comida, los encargados de las industrias cárnicas comienzan a fabricar una especie de carne en lata hecha con desechos de animales que no sabe a nada y de la que no se conocen las consecuencias para la salud. También comienza a denominarse "mugre rosa" a ese pseudoalimento, cuyas características parecen concordar con la espuma que sale del mar. 

De nuevo, Fernanda Trías se adelanta a la pandemia, puesto que este libro es anterior. Una mujer permanece en la ciudad sin visos de marcharse mientras escucha las sirenas que anuncian ese viento rojo capaz de causar estragos entre los habitantes, en medio de una ciudad en la que cada vez es más complicado conseguir comida y agua potable. Más tarde, cuando estalló la pandemia, la autora entendió que todo eso ya estaba en su libro. 

La novela gira en torno a pocos personajes: está ella y está Max, su exmarido, ingresado en el hospital, pero estable, lo que le vale la etiqueta de "crónico", que son aquellos afortunados que no se agravan. Su madre vive al otro lado de la ciudad y desoye todos los consejos de su hija, reprochándola además algunas cosas del pasado. Para conseguir dinero para vivir, la protagonista cuida de Mauro, un niño con un síndrome que le hace tener hambre constantemente. Una distopía desoladora que quizá no esté demasiado lejos.

“El lenguaje está cargado de aliento poético, y al mismo tiempo es concreto, sabiamente apoyado en los detalles” Piedad Bonnett
Con estas escasas relaciones y elementos, Fernanda pone con maestría
a su protagonista contra las cuerdas, explorando los límites de la resistencia humana cuando todo parece sacado de un cuadro surrealista. Y lo hace con una prosa sencilla y asequible, sin estridencias. Seremos testigos del desmoronamiento de una civilización y de cómo las personas sencillas son capaces de hacer grandes sacrificios por ellas y por los demás.