De todos ellos, el mejor sin duda es El porqué de las cosas, que destaca frente a otros como Guadalajara. Aunque todos los relatos están recorridos por el hilo conductor de la observación cotidiana, sí que hay diferencias entre unos y otros. Supongo que al recopilar relatos que abarcan tantos años, salen a la luz las diferencias más notables.
Nada se escapa a la mirada crítica de Quim Monzó: la familia, las casas, los trabajos, las relaciones de amistad, la pareja, los hijos, los viajes, etc. Su estilo es sencillo, pero con metáforas muy potentes. Sus historias no son nada enrevesadas, sino que coge una situación aparentemente normal y la retuerce, llegando en ocasiones a extremos muy inquietantes.
También recurre a los cuentos clásicos para ir más allá y plantearnos interrogantes, pero en general, narra la vida cotidiana, la vida del ciudadano medio, con sus virtudes y sus pequeños defectos. Es un gran cronista de la clase media de Barcelona. Encontraremos una escritura capaz de despojar a las personas de su máscara de hipocresía y mezquindad, y de sacar a la luz algunos de sus peores defectos. En este sentido, puede llegar a rozar el cinismo en algunos relatos.
Pero en general, es un libro que se lee bien, con rapidez y dinamismo. En muchas ocasiones nos encontraremos con que más que un cronista, es un amigo cercano quien nos cuenta las cosas.