Reseña de "Siempre hemos vivido en el castillo" de Shirley Jackson

Publicado el 09 abril 2022 por Rt

Todos los que se pasan por este blog saben de mi devoción por Shirley Jackson, la escritora que a su vez, tenía devoción por las casas. No en vano es la autora de La Maldición de Hill House, cuya reseña podéis leer aquí

 

En esta novela Siempre hemos vivido en el castillo (Editorial Minúscula) también aparece una casa, pero en este caso no es morada de fantasmas, sino de la maldad humana. La narradora de la historia es Merrycat Blackwood, que vive con su hermana Constance y su tío Julian. El resto de la familia ha muerto envenenada. 

Con este comienzo tan potente arranca una novela que parece al principio que va a tratar de las divagaciones de una adolescente, pero nada más lejos de la realidad. Uno de los tres familiares asesinó al resto de la familia hace años, pero no es ese enigma lo que engancha al lector, sino su peculiar comportamiento y la relación que mantienen con un pueblo que les teme y les odia, pero que en el fondo los necesita. 

La trama de la novela se basa en Merrycat: ella dice ser un hombre lobo, pero también tiene algo de bruja, pues le gusta colgar amuletos de los árboles para mantener alejados a los extraños. Vive apartada en su mundo de fantasía, dejada de lado por el pueblo y tomada por loca. Así que desarrolla su propio mundo de ensueño, donde no se sabe lo que es real y lo que es fantasía. 

El pueblo la muestra animosidad y por si fuera poco, abundan las visitas de su primo Charles Blackwood, que pretende casarse con Constance. 

Encuadrada en la tradición literaria del Gótico Americano, Shirley Jackson puede codearse con autores como Faulkner, Cormac McCarthy, Harper Lee, etc. Nos habla de las costumbres del profundo sur, de sus gentes, de su manera de hablar, de su forma especial de comportarse. Y consigue con ello componer una novela hipnótica que atrapa al lector desde las primeras páginas.  

Porque si hay algo que caracterice a esta novela es la ambigüedad, los dobles sentidos, las pistas falsas. Poco a poco se deja de lado la resolución del misterior para indagar en las misteriosas psiques de sus personajes. Un tono delicioso y la capacidad de Jackson para tenernos pendientes de sus páginas consiguen el resto. No esperéis una novela terrorífica al uso, se centra mucho más en la psicología. Pero no por ello es menos inquietante. 

Me llamo Mary Katherine Blackwood. Tengo dieciocho años y vivo con mi hermana Constance. A menudo pienso que con un poco de suerte podría haber sido una mujer lobo, porque mis dedos medio y anular son igual de largos, pero he tenido que contentarme con lo que soy. No me gusta lavarme, ni los perros, ni el ruido. Me gusta mi hermana Constance, y Ricardo Plantagenet, y la Amanita phalloides, la oronja mortal. El resto de mi familia ha muerto.