Reseña de «Sueños de piedra» de Iria G. Parente y Selene M. Pétalos

Publicado el 04 noviembre 2015 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994
Hoy vengo con la reseña de Sueños de piedra. Fantasía juvenil que no es como la fantasía juvenil.

Título: Sueños de piedraAutores: Iria G. Parente y Selene M. PétalosEditorial: NocturnaColección: Literatura mágicaGénero: FantasíaPáginas: 573Precio: 15,68 € físico



Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez...

Tengo que admitirlo, no soy un fiel lector del género juvenil. Sí que ha habido novelas que me han encantado, como La lección de August y que considero que todo el mundo debería leer, pero no es una categoría de libros en la que me suela perder. Sin embargo, esta vez no puedo estar más contento de haberlo hecho. Sueños de piedra, el último libro conjunto de Iria G. Parente y Selene M. Pétalos es la perfecta simbiosis entre fantasía y juventud, entre aventuras y enseñanzas, y sobre todo, entre sueños y realidad. Vayamos a por su reseña.
Tras Alianzas, la primera novela de la saga Cuentos de Luna llena, estas dos jóvenes escritoras vuelven a la palestra con una novela fantástica autoconclusiva: Sueños de piedra. Esta vez nos transportarán a Marabilia para presenciar la historia de tres personajes de orígenes totalmente distintos, pero que no tardarán en descubrir que tienen en común más de lo que se imagina.

La novela comienza cuando Lynne, una prostituta que acaba de escapar del burdel donde la obligaban a ejercer, se encuentra con Arthmael, el Príncipe del Reino de Silfos. al que su padre le acaba de dar la terrible noticia de que no será él su sucesor, sino su hermanastro, un bastardo que el Rey concibió años antes de casarse con la madre de nuestro protagonista. Ante esta situación, ambos escapan de las murallas de la ciudad para comenzar un viaje con dos objetivos muy distintos: ella, demostrarse a sí misma que vale para más cosas, que es capaz de perseguir su sueño de ser mercader; él, para protagonizar cientos de aventuras que demuestren a su padre que es el mejor líder que Silfos puede tener.


Nada más salir se encontrarán con su tercer acompañante: Hazan. Un aprendiz de hechicero al que la magia no se le da especialmente bien, pero que aportará más de un momento cómico, tierno y fantástico a la historia. Será uno de los pilares fundamentales para que la pareja consiga cumplir sus metas. Será la excusa para que nuestros héroes viajen conjuntamente, ya que la hermana del pequeño se encuentra terriblemente enferma, por lo que nuestros héroes se ofrecerán a ayudarla, cada uno por motivos totalmente egoístas, al menos al principio.

Sueños de piedra es una historia de fantasía, pero no de las que estamos acostumbrados a ver. En las páginas de esta novela la fantasía es ambiental. ¿Qué quiere decir esto? Que no esperéis encontraros con cientos de sucesos mágicos, ni que esta tenga un pilar fundamental en la historia. Nos encontramos ante una trama cuyo fundamento son los personajes. Serán Lynne y Arthmael quienes sujeten el peso de la historia. Sus aspiraciones, pensamientos y sentimientos serán su eje: nos emocionaremos con ellos, lloraremos y sonreiremos. Todo ello se consigue gracias a la gran pluma de las autoras, que describen a la perfección todo lo que pasa por las cabezas de los protagonistas —aunque tengo que decir que en algunos capítulos esto se me ha hecho un poco pesado, pero nada insoportable—.
Si me tuviese que quedar con uno de ellos sería con Lynne. Es más, estoy seguro que cualquiera que lea la novela identificará que es ella en quién las escritoras han puesto un mayor mimo. Lynne es una prostituta obligada, sometida. Desde pequeña la están obligando a ejercer. Aunque a algunas le vale, para ella no es suficiente. Sabe que vale mucho más. Por ello quiere cumplir su sueño: ser una persona tan respetable como lo fue su padre. Quiere emularlo, convertirse en mercader y viajará por todo el mundo c¡para conseguirlo. 
Lynne representa a todos aquellos —hombres y mujeres— que son inseguros, a aquellos que creen que no valen para lograr sus sueños porque alguien les ha obligado a pensar que no son suficiente. Viajad con ella, os enseñará más de una lección.
A pesar de ser una novela de corte juvenil, se atreve a tocar temas que no vemos en otros exponentes del género: 
  • Sexo: es uno de los temas principales y contamos con bastantes escenas. Algunas buenas y otras tétricas. Pero como la propia Iria ha dicho en más de una ocasión: «Los jóvenes también tenemos relaciones sexuales». Ya era hora de que en algún libro pudiésemos hablar de ello.
  • Prostitución: ¿cuántos libros juveniles conocéis que se hable de esto? Yo ninguno, y es una pena. Hay que quitar el tabú que recae sobre esta actividad, ya no solo en los jóvenes, sino en la sociedad.

Además, trata otros mucho menos polémicos, pero que enfoca de una manera envidiable:
  • Aprenderemos cómo dejar el pasado atrás. Nos enseñarán que para ello hay que cicatrizar algunas heridas que pueden tardar mucho en sanar y que no todos lo hacemos al mismo ritmo.
  • Cómo una aventura, un viaje, pueden cambiar nuestra manera de ver las cosas. Como en unos pocos días fuera de nuestras paredes podemos sufrir una completa metamorfosis.
  • Que el amor no significa renunciar a tus sueños, no significa encadenarte a otra persona, sino que es que te completen y que te hagan ser mejor. Que crean en ti más que en nadie más. 
  • Una reivindicación del papel de la mujer. Hemos visto a Iria defendiendo esto por twitter en múltiples ocasiones, pero siempre he pensado que con una historia las cosas se aprenden mejor. Se volverá a remarcar la importancia que tienen las mujeres en el mundo, a dejar claro que no son la sombra de los hombres. Y es que a estas alturas es muy triste pensar que hay gente que todavía lo piensa.

Todo esto lo descubriremos a través de los puntos de vista de cada personaje. Los capítulos están divididos entre aquellos que narra Lynne y los que lo hace Arthmael en primera persona. Solo de esta forma se podría descubrir qué les pasa por la cabeza.
Por último respecto de la edición encontramos un libro de tapa blanda con solapas —mi favorito—. Una portada que a mi punto de vista describe bien lo que es la novela y unos capítulos iniciados con el nombre de cada personaje más un pequeño detalle, como podéis ver en las fotografías. Lo único que he echado en falta es que hubiesen incluido alguna de las ilustraciones que se han podido ver a medio de promoción en internet. Porque sí, los dibujitos en los libros molan.

Os recomiendo encarecidamente la novela. La he disfrutado mucho. Si bien pienso que está un escalón por debajo de Alianzas en cuanto a la trama, creo que la forma de narrar de las autoras ha mejorado mucho.
¿Le daréis una oportunidad?
@CarBel1994