Reseña de "Tolkien y la Gran Guerra" de John Garth

Publicado el 22 julio 2020 por Rt
J.R.R. Tolkien siempre será recordado por haber creado el mundo eterno de la Tierra Media, donde tuvieron lugar fantásticas aventuras entre el Bien y el Mal. Pero, ¿cuál fue la génesis de este mundo? 
Para saberlo, hay que remontarse a la década de 1910, cuando Tolkien no era más que un estudiante de Oxford que estaba a punto de perder su beca porque los estudios de Clásicas no eran lo que parecían y le aburrían enormemente. Fue el cambio a filología lo que le permitió expandir su imaginación y su universo literario, ya que le dio la oportunidad de crar idiomas nuevos y a partir de ahí, la historia que reflejaría más tarde en Cuentos Inconclusos o en El Silmarillion. 
Tenía unos oyentes y críticos privilegiados: un grupo de estudiantes llamado la TBCD, que sentaría las bases para los futuros Inklings y que comentaban y precisaban los textos unos de otros. Sin embargo, todo ello quedó interrumpido la llegada de la Gran Guerra, tal y como se conoció a la Primera Guerra Mundial. A pesar de que Tolkien retrasó su incorporación a filas todo lo que pudo, finalmente tuvo que luchar en el escuadron de Lancastershire. 
Se ha dicho siempre que la Primera Guerra Mundial era el germen de El Señor de los Anillos. En Tolkien y la Gran Guerra (Editorial Minotauro), el autor estudia documentos personales del autor para revelarnos que, indudablemente, el frente del Somme fue uno de los estímulos que sufrió el entonces joven autor, pero que sería reduccionista limitarnos a considerarlo como su única causa.  El mismo autor llegó a desmentir ese rumor que decía que escribía su historia en las trincheras. 
"La experiencia de un joven atrapado por las ciscunstancias de 1914 no fue menos horrible que la misma situación en 1939...
En 1918 todos mis amigos menos uno estaban muertos."

Pero sí que es cierto que el triunfo de la máquina sobre el hombre, la destrucción de los bosques, los hospitales donde se recuperaban los soldados del estrés postraumático (similares a las Casas de Curación) y, en general, la caída del viejo orden para favorecer la creación de otro nuevo están presentes en la obra de Tolkien. Pero sin duda, el germen de su maravillosa obra radica simplemente en ser capaz de seguir creyendo en cuentos de hadas y ser capaz de seguir rumiando historias como la de Melkor o la de Beren y Lúcien en medio del desastre y la sangría que supuso esta guerra.  
 Tolkien en la Gran Guerra
Y, lo que sin duda es una de las constantes en la obra de este autor, se dio cuenta del poder de la gente pequeña y casi sin recursos para conseguir grandes cosas y cambiar el curso de la historia.