Sinopsis:
Mafy trabajaba en una librería. Y Alan amaba los libros. Y bueno... quizás un poquito a Mafy.
RESEÑA:
¿Que lector, fangirl, fanboy u cualquier ser que ame la literatura no le gustaría trabajar en una librería? Yo suelo ser muy flojo pero por un trabajo así, uff, mataría. Sería el empleado del mes el año completo.
Mafalda —Mafy— tiene el privilegio de trabajar en una librería. Aunque en su currículum debería de especificar lo torpe y olvidadiza que es.
La historia empieza con el encuentro de dos seres algo peculiares. Mafy se encuentra sumergida leyendo Fangirl mientras que algún cliente llega. Alguien la saca de su mundo y se asusta. Aunque luego tiene su recompensa porque se encuentra con un lindo chico de cabello color negro, ojos cafés y alto... claro que toda perfección debe de tener un imperfección y es ahí cuando nota que el chico trae unas gafas color anaranjadas, nada atractivas.
La chica distraída por la belleza del chico no sabe que decirle y cuando por fin habla el chico le sale con que solo quiere ir al baño.
¿Que harías si ves entrando a un chico de "una belleza digna de un príncipe inglés" a una librería? Que sea chico y que lea, por ahí ya la lleva ganada... pero que te salga con que solo quiere ir al baño. Así sea todos los príncipes de Disney en un solo. Ya perdiste. ¡Perdiste!
Y la biblia promete que vienen cosas peores. Como si no fuese mucho, el mismo chico vuelve a la tienda como si huyese de alguien o algo. Esta vez, Mafy decidió hacer las cosas bien y le dio la bienvenida al chico a la librería. Este lo tomó por sorpresa: Golpeó los CD's que estaban en la tienda, luego de eso, pasó a golpearse el pie con un mostrador... en fin, el chico terminó en el suelo. ¿Y qué se hace cuando alguien está herido? Se busca un botiquín de primeros auxilios.
Claro, no hay que confiarse de una chica que suele olvidar todo, incluso que está trabajando. En el camino de ir a buscar el botiquín, la alarma de su celular sonó y Mafy sabía que era hora de cerrar. Apagó las luces y cerró las puertas, su hora de día había terminado.Una vez en su casa, se colocó a terminar una tarea de literatura...
Mafalda terminó una semana suspendida. Alan (si el chico olvidado era Alan, nuestro protagonista) llamó a "Atención al cliente" y expresó su queja. Esto se le fue notificado al jefe de Mafy quien decidió suspenderla.
Ese no sería el único encuentro entre este par. Alan había conseguido trabajo en la librería "CherryBerry: Donde leer es divertido, pero trabajar no."
Mafy tendrá que luchar contra los coqueteos e ironías de Alan —eso sin contar con una rubia teñida, los cinco hermanos de Alan y de nuevo con este último—.
Alan tendrá que luchar contra una lectora que lo único que hace en fangirlear e imaginarse que es una de esas tantas protagonista.
En mi caso, a veces, busco lecturas para distraerme y salirme un poco de lo habitual. Suelo cansarme un poco de algún tema y creo que es por eso que no disfruto algunos libros. Encontré esta historia y me pareció súper linda la portada y como la sinopsis te deja con ganas de saber. Creo que todo lector quisiera tener una pareja que compartiera el mismo placer.
Me gusta como lleva la cosa la autora con estos dos tórtolos. En el caso de consejillos: Algunos errores ortográficos, pero son de esos que se cometen por culpa del teclado y así. Nada de otro mundo. Espero más actualizaciones —Esto ya es con la autora— Espero que le gusté como me gustó a mi.
Yo le doy 4/5 tazas de café.