Reseña de "Yo. Tituba, la bruja negra de Salem" de Maryse Condé

Publicado el 09 febrero 2022 por Rt

Descubrí a Maryse Condé hace un par de años con Corazón que ríe, corazón que llora, cuya reseña podéis leer aquí. Era una novela que contaba su infancia en París y que nada tiene que ver con esta pequeña joyita que he leído años más tarde. 

Naturalmente en un libro llamado Yo, Tituba, la bruja negra de Salem (Editorial Impedimenta), uno espera encontrarse brujería en la zona más oscura de la tierra. Pero además, la novela contiene muchas más cosas. Mezcla la auténtica realidad que tuvo lugar en los juicios de Nueva Inglaterra con la historia de Tituba. 

Tituba era hija de Abena, una esclava que fue violada por un marinero inglés. La niña nació y creció en Barbados y fue iniciada en las enseñanzas sobrenaturales por Man Yaya. Tras su muerte, queda como curandera de la isla y logra escapar de la esclavitud viviendo en el bosque. Allí atiende a sus pacientes, en una cabaña escondida en la maleza. También recibe la ayuda sobrenatural de su maestra, la cual le dice que debe tener cuidado con los hombres. 

Pero Tituba no puede evitar enamorarse y por amor sigue a su pareja, que es esclavo de un pastor intolerante y puritano obsesionado con Satán que será destinado a Salem. Allí sabemos lo que ocurrió: tras un episodio de histeria general, unas adolescentes, apenas unas niñas, fueron declaradas brujas y asesinadas. Por si fuera poco, Tituba es despreciada desde el principio por su color de piel. Sólo la queda el apoyo de su hombre, pero ¿será este capaz de sacar la cara por ella cuando todos los que la defiende se arriesgan a una muerte atroz? 

Llena de matices y contada con un lenguaje colorido y rico, Maryse Condé presta su voz a Tituba, la esclava negra en la que reposa un legado africano de miles de años y la pérdida de toda dignidad a manos de los negreros y de los propietarios de las plantaciones americanas. 

Su recuperación resulta justa y necesaria en plena revisión del discurso colonial desde el canon literario. La emoción que suscita es, por su parte, inolvidable.    

Me ha interesado especilamente porque no sabía que la esclavitud había llegado a la zona de Nueva Inglaterra, y la hacía más próxima a los territorios tropicales como Nueva Orleans. No obstante, se juntan dos capítulos ominosos de la historia de la Humanidad: un juicio que con el tiempo se reconoció que era falso y carente de pruebas concluyentes y el trato vejatorio al que se sometió a los esclavos.