“La sociedad de Londres tiene su propio Cupido. El reconocido entrenador de caballos y casamentero ocasional Devin Baldwin empareja a jóvenes damas con los caballeros adecuados basándose en su teoría del magnetismo animal. La adorable Amanda Locke, hija de un duque, es todo lo que un noble puede desear, pero a pesar de ello es su tercera temporada buscando marido. Las lenguas malintencionadas se agitan, y su familia, desconcertada, considera tomar medidas drásticas para encontrarle marido. Pero el insufrible consejo de este amigo Cupido es lo último que Amanda quiere.”
Aquellos que ya conozcan a Lindsey sabrán lo que se encontrarán en esta historia. Dos personajes que en los inicios no hacen más que enfrentarse pero que la atracción que sienten hacia el otro los empujará a entregarse a lo que les dicte su corazón. Sin duda el que destaca es el protagonista masculino, un hombre con un pasado trágico pero que ha sabido salir hacia delante. Hace lo que quiere y dice lo que le viene en gana, lo que suele ocasionar más de un problema; y por supuesto es sumamente atractivo, cómo no. Un hombre con el que cualquiera quisiera encontrarse, con flechas o sin ellas. Y luego está Amanda. Sentí un rechazo inicial hacia este personaje ya que ese agobio que siente por casarse, girando todo su mundo en encontrar marido, me ha parecido de lo más superficial y me ha costado un poco engancharme a la historia a causa de ello hasta que la escritora hizo de las suyas, describiendo diversos encuentros subiditos de tono entre los personajes, que lograron que al final disfrutara con la relación de estos dos.
El aspecto principal sobre el que pivota toda la trama sin duda son los encuentros entre ellos, y ese amor que se va fraguando poco a poco, desde un rechazo inicial por ambas partes, pasando por la amistad, hasta llegar al amor en mayúsculas, no reconociéndolo, en un principio, ninguno de los dos; aunque aparece un pequeño misterio es tan superficial, que carece en cierto modo de importancia, pero que ayuda a mostrarnos la indefensión que siente nuestro Cupido ante sus emociones.
Algo con lo que disfruto es que sepamos los sentimientos del chico y en este caso Lindsey ha sido un poco reservada, recayendo el peso en Amanda, lo que me supuso una desilusión ya que ella no me agradó demasiado.
Tiene especial protagonismo Rafe Locke, el hermano de Amanda de “Jaque al corazón” así como su esposa Ophelia. Otro que aparecerá será el primo Rupert y Rebecca que vuelven de su luna de miel; por lo que aquellos que disfrutaron con sus historias de amor estarán de enhorabuena, ya que podrá reencontrarse con ellos También tendrán su momento otra serie de personajes que ayudan a crear una trama más completa, llegando a conocer un poquito más a esta familia y disfrutar con sus líos e ideas alocadas, lo que mejora la novela y le ofrece un plus.
A pesar de que en su inicio sentí un cierto rechazo hacia la protagonista el buen hacer de la escritora ha logrado que pase un rato entretenido disfrutando con los encuentros de estos dos muchachos, así como sus conversaciones teñidas de cierto humor y sin olvidar al resto de la familia de Amanda, a la que no me importaría seguir conociendo un poquito más, tal vez quedando para tomar el té, apostar en el hipódromo o asistir a un gran baile.