Reseña: Delirium

Publicado el 28 julio 2014 por Plausible @plausibleblog
Una vida sin amor es una vida sin sufrimiento: segura, medida, predecible y feliz. Por eso cuando los habitantes de esta ciudad del siglo XXII cumplen los 18 años, se someten a la intervención, que consiste en la extracción de la parte del cerebro que controla las emociones. Lena espera ese momento con impaciencia, hasta que un día se enamora... A nadie le gusta estar enfermo. Afortunadamente, en el siglo XXII los científicos han encontrado la cura para la pandemia que, durante milenios, asoló el planeta. Un delirio que se contagiaba más rápido que cualquier otra enfermedad, afectando a cientos cada día, y a millones al cabo del año. Era tan grave que, encontrada la cura, el gobierno decretó su administración a todos los ciudadanos, a partir de la mayoría de edad. Lena Holoway está emocionada. Lleva años esperando cumplir los 18. Por fin recibirá la cura, por fin vivirá sin dolor, de un modo predecible y feliz. Por fin hay cura para esa enfermedad llamada amor.
Gracias a la Editorial SM por el envío del ejemplar.
A pesar de las malas y buenas críticas que había leído, Delirium parece ser uno de esos libros límite: se lo ama o se lo odia. Le doy gracias a la editorial por haberme dado la oportunidad de leerlo apenas salió, porque me hizo descubrir un mundo que amé completamente y que no puedo esperar para continuar leyendo.
Mamá, mamá, llévame a casa.
Estoy en el bosque y nadie me acompaña.
Me encontré un hombre lobo, una bestia malvada,
me enseñó los dientes y fue directo a mis entrañas.
Mamá, mamá, llévame a casa.
Estoy en el bosque y nadie me acompaña.
Me asaltó un vampiro, con su pálida cara,
me enseñó los dientes y fue directo a mi garganta.
Mamá, mamá, llévame a la cama.
Estoy medio muerta y lejos de casa.
Conocí a un inválido y me cantó una canción,
me mostró su sonrisa y me arrancó el corazón.

Delirium es un libro que amé de principio a fin; a la gente que no le gustó lo tilda de incoherente e insoportable. En mi opinión, me encantó este universo que Lauren Oliver creó. Me encantó que el amor sea considerado una enfermedad, me encantó las causas por las que existe la resistencia de los inválidos, me encantaron los personajes como Hana. Me encantó. Y es un libro que ya está entre mis favoritos.
Delirium es un libro que quería leer hace muchísimo, y que no pude conseguirlo la primera vez que SM lo importó. Ahora pude leerlo gracias a ellos (¡y argentinizado*, nada más ni nada menos!) y, si bien tenía expectativas altas por la ansiedad y malas por todas las reseñas negativas, le tenía mucho miedo a lo que podría encontrarme. Bueno, terminé amándolo.
Haceme caso. Si oís que el pasado te habla, si sentís que tira de tu espalda y que te pasa los dedos por la columna, lo mejor que podés hacer, lo único, es correr.

A pesar de lo que he leído en las reseñas negativas, para mí fue un libro muy fluido y entretenido desde la primera página. La forma de narrar de la autora es así, fresca y simple, algo muy light, que te atrapa y hace que no quieras dejar de leer en ningún momento. Si bien es algo poética en ciertos casos, o tiene algunas frases inspiradoras y reflexivas, no se complica en su escritura: es directa y precisa, y todo lo entendés a la primera leída, sin que tengas que reinterpretar todo una y otra vez.
Y en las reseñas negativas también se mencionan a los personajes; bueno, a mí me parecieron súper apropiados y que están presentes en los lugares justos. Me gustaron la mayoría, incluso hasta los malos; están construidos bajo una base sólida que varía con cada uno de ellos. Y, más que nada, amé a Álex y a Hana (que me enorgullece al llevar mi mismo nombre -Hana es Flor en japonés). Ambos me parecieron frescos y ágiles como personajes, entretenidos, realmente juveniles. Lena no me disgustó, pero me interesa más para ver el proceso y el cambio que se llevan dentro de ella a lo largo de todo el libro que como personaje interesante per se (per se es la expresión más genial del latín y me encanta decirla. Perdón).
-Todo el mundo está dormido. Llevan años dormidos. Vos parecías... despierta -susurra. Cierra los ojos, los vuelve a abrir-. Estoy harto de dormir.

Creo que todos sabemos lo mucho muchíiiisimo que me encantan las distopías y que se convirtió, creo, en mi género favorito... también creo que saben que, en general, leo todo lo que esté a mi alcance sobre ésto. Bueno, hacía mucho que no leía una que se centrara tanto en el amor, en el mejor sentido de la frase. Si bien el libro en sí se basa en él, la autora se centra en el cambio interno de Lena en cuanto a la deliria nervosa del amor, y no tanto en el romanticismo. Y me encantó. (No sé si se entiende lo que quise decir :()
Como no debe faltar en una de mis reseñas, hablemos de la edición, que cuando se pone atención en ella me encanta; para mí es una de las cosas más importantes que una editorial puede brindarle a un lector, así que cuando hay que mencionarla, hay que mencionarla.
Es estúpido, estúpido, ser tan descuidados con nuestro tiempo y creer que nos queda tanto.

La edición me encantó. No es por nada en especial, digamos: no trae material de marketing, ni un mapa o cosas así. Es simple y básica, pero no insulsa. No sé si se entiende a lo que me refiero... me hizo acordar muchísimo a cuando leí Los lobos de Mercy Falls, también de mis trilogías favoritas, hace algunos años; tiene el mismo tamaño, las hojas tienen la misma textura... capaz estoy diciendo bobadas, pero para mí esas cosas hacen la diferencia y son muy importantes. Apelaron a mi memoria emocional, así que los felicito y les doy las gracias.
Siguiendo con ésto, me gustaría recalcar que lo que me llamó la impresión fue la tipografía: no es como en el resto de los libros, sino que es más científica, más... más cuadrada, más de computadora. Me hizo sentir como que también eso estaba controlado por los científicos que consideran al amor como una enfermedad, así que me gustó mucho. Sí hubo algunos errores de edición/corrección (realmente no sé de qué (¿?)).
Supongo que eso forma parte de lo que significa amar a las personas. Hay que renunciar a cosas. A veces incluso hay que renunciar a esas personas.

Para terminar, creo que la autora supo comunicar, a través de una distopía, aquello que "nos hace adultos" automáticamente a los 18, como si ese número realmente significara algo en realidad. Ellos pasan a ser adultos con la cura, y nosotros haciendo elecciones que quizás pueden quedar para toda la vida: qué carrera voy a seguir, si voy a trabajar en vez de estudiar, y más aquellos que para hacer cualquiera de las dos cosas se tienen que mudar de ciudad, o alguna cosa como esa. En eso me sentí completamente identificada: ¿a los 18 tenemos realmente el poder de decidir cosas que van a cambiarnos la vida? ¿De repente, a esa edad, ya somos tratados como adultos cuando 24 horas antes éramos niños o adolescentes? ¿Qué es lo que verdaderamente cambia en la mente de uno cuando pasa a ser "adulto"? Me pareció un gran ejemplo y, no sé, tenía ganas de ponerlo así. 
La verdad es que me gustó muchísimo.
Prefiero morir a mi manera que vivir como ustedes.


Esto es algo que los lectores de Argentina tienen que tener en cuenta: el libro está en español argentino, es decir que en vez del tú gallego o latino, se usa el vos. En vez del vale, el dale. Y así. Digo, para que no se sorprendan porque, aunque al principio sea un poco chocante y no guste del todo, después uno se acostumbra y termina sintiendo como si los protagonistas fueran sus pares.