Reseña: desconexión, neal shusterman.

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Título: DesconexiónAutor: Neil ShustermanEditorial: AnayaNúmero de páginas: 411¿Saga?: Sí. 1#/4Precio libro físico: 16,50€Precio libro ebook: 6,99€

La Segunda Guerra Civil de Estados Unidos, también conocida como Guerra Interna, fue un conflicto prolongado y sangriento que concluyó con una solución escalofriante: la vida humana se considerará inviolable desde el momento de la concepción hasta que el niño cumpla los trece años. Entre los trece y dieciocho años de edad, sin embargo, los padres pueden decidir abortar a su hijo de modo retroactivo... con la condición de que el hijo, desde un punto de vista técnico, no muera. Al proceso por el cual se acaba con él al mismo tiempo que se le conserva con vida se le llama desconexión. Actualmente, la desconexión es una práctica frecuente y socialmente aceptada. ¿Qué harías tú si decidieran desconectarte? Connor, Risa y Lev tal vez consigan escapar, pero... ¿Sobrevivirán? Tres vidas distintas. Una ley implacable. Un único final. Sólo si llegan a los dieciocho podrán evitarlo.

Este libro ha sido cedido por la editorial Anaya. Desde aquí, muchas gracias. Más información sobre sus publicaciones pinchando en el link.

En Estados Unidos, la Guerra Interna lo cambió todo. Después de largos años en los que la lucha entre el bando pro libre elección y el bando pro vida se intensificó hasta el punto de convertir a simples manifestantes en un ejército, años dónde la gente moría y mataba tan sólo por un ideal, el gobierno tuvo que tomar cartas en el asunto. ¿Pero cómo contentar a todo el mundo en un tema tan complicado como el aborto? De ahí nació el Tratado Vital, una serie de leyes dispuestas a satisfacerlos a ambos. Su principal norma consistiría en que, hasta la edad de trece años, la vida de cualquier niño es inviolable. Todos tienen derecho a nacer, sin embargo, entre los trece y los dieciocho, los tutores legales tendrían la oportunidad de acudir a la Desconexión. Nadie sabe exactamente cómo funciona un desconectado, sólo saben que no significa la muerte, al menos no en el sentido convencional de la palabra. Después de grandes avances en el campo de la medicina, que desde ahora prácticamente se basa en los trasplantes para curar cualquier enfermedad, los desconectados siguen viviendo, pero en el llamado estado diviso. Viven fuera de sus propios cuerpos, en las personas trasplantadas, formando parte de otras vidas, de otras personas. Connor es un chico de dieciséis años, con un temperamento voluble y propenso a los accesos de ira, difícil de controlar para sus padres. Risa, de quince, siempre ha intentado ser una niña ejemplar, sin embargo no ha crecido con personas que realmente cuidaran de ella y, a los ojos del Estado, no es lo suficientemente buena en nada como para seguir viviendo. Lev, de tan sólo trece, ha sido criado en una familia sumamente religiosa, educado para ser un perfecto diezmo, un niño que será desconectado como ofrenda a Dios. Tres personajes diferentes, pero que a la hora de la verdad están destinados a sucumbir ante lo mismo: la Desconexión. Tres personajes con sus propias ambiciones y motivaciones, pero con algo en común: tendrán la oportunidad de huir. Porque, después de todo, Lev, Connor y Risa sí que comparten un pensamiento, y es que los tres quieren vivir. Pero, ¿podrán llegar hasta los dieciocho y ser realmente libres?
 

No se pueden cambiar las leyes sin cambiar antes la naturaleza humana. No se puede cambiar la naturaleza humana sin cambiar antes las leyes.

En Desconexión, Neal Shusterman nos presenta una trama que no puede más que calificarse como impactante. Una historia que se desarrolla con sus propios contrastes, que nos habla de la introspección y la evolución en cuanto a personajes y, sobre todo, con una acción desbordante cuando esta es necesaria, todo entretejido magistralmente en una obra diseñada para no resultar indiferente. Sin perder en ningún momento la fluidez de una novela amena y bien llevada, a través de un nudo intrincado y original, el autor nos plantea conceptos muy interesantes. Nos sumerge en un estado de permanente alerta, sin que sepamos en ningún momento que nos depara a continuación. Los personajes de este libro cuentan con actitudes definidas y arrolladoras, tan reales que parece que te susurran al oído sus miserias y ansias de seguir luchando por una vida que de momento no les pertenece. Todo esto se encuentra aderezado por una sociedad tan detallada como realista, una sociedad que no puede más que darnos escalofríos, y que nos hace sucumbir a la inevitable pregunta: ¿Realmente el ser humano podría llegar a los planteamientos que Neal Shusterman nos cuenta?
Tratándose de una distopía, género en el que parece que ya todo está visto y escrito, un ligero tono reflexivo era de esperar. Sin embargo, hasta en ese aspecto, he tenido la sensación de que Desconexión marca su propio estilo. Lejos de la típica novela juvenil, la historia trata temas muy diversos y desde un aspecto mucho más profundo a lo habitual. Y aún más importante es que lo haga sin ningún aderezo propio de este tipo de literatura, que a menudo tan poco se parece a la realidad. Aquí el autor nos plantea un libro donde la moral se reviste también con la crudeza de la vida, cosa que estará presente desde la primera hasta la última página. Nos habla de lo que creemos correcto y de lo relativo que esto resulta. Nos habla del abandono, del aborto y de la religión. De la existencia -o no- del alma, de lo que nos puede esperar después de la muerte e, incluso, de temas tan actuales como son la política y las normas, los límites de lo que está bien y lo que está mal, pasando por la dura etapa de la adolescencia hasta la adultez. Desconexión nos hace cuestionarnos desde lo más mundano hasta lo más existencial, nos da lo conceptos y nos deja que nosotros, al igual que los protagonistas, encontremos las respuestas que más nos satisfagan.
Narrado en tercera persona, con una pluma que destaca sobre todo por ser ágil y directa, Neal Shusterman ha divido este primer tomo en diversas partes, centradas cada una en su propio aspecto de la historia. Un detalle que me ha parecido curioso es que justo antes de iniciar una nueva parte, podemos encontrarnos con una reveladora cita en la primera página, que, poco a poco, se irá hilando con el desarrollo de los hechos. Aunque las descripciones son bastante concisas en lo referente a la ambientación, manteniendo un estilo más centrado en darnos información sobre los personajes que sobre el entorno, las situaciones no por eso dejan de ser fáciles de imaginar. Sumado también el uso del presente en la narración, Desconexión tiene cierto aire cinematográfico que te atrapa desde las primeras páginas. Con un ritmo constante, lleno de giros argumentales y unas buenas dosis de intriga, que a menudo te dejan con la sensación de no saber hacia dónde se dirige la historia, este es un libro que busca la sensación de cercanía con los personajes, y que lo consigue. Los capítulos, normalmente cortos y llenos de significado, nos muestran las acciones de Lev, Risa y Connor, estando centrados en cada uno de ellos de manera tanto individual como grupal. Aunque, como no podía ser de otra forma, Neial Shusterman no escatima a la hora de ponernos los dientes largos con algunas otras perspectivas que le dan un toque diferente y rompen con la linealidad de la narración. Y ahora, os pregunto: ¿Os queda alguna duda de que se trata de una lectura más que recomendable?

PUNTUACIÓN:

 ¡No te lo puedes perder!

¿Un vistazo al booktrailer? ¡Venga, que no tiene desperdicio!

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