De nuevo vuelven una de las sorpresas de 2016. Si “Kayanga” (2016) era una oda a la libertad musical, el nuevo trabajo “Zenda” no se queda a la zaga. “A story”, el tema introductorio con el que abren es prueba de esta libertad en una montaña rusa sonora que sube, baja, sube y baja… Esta es la tarjeta de presentación de un álbum que lejos de corsés y clichés, se mueve libremente entre lo que la inspiración le da a uno. El pop, el rock y la psicodelia son los ejes para cambios infinitos de tonalidad, arreglos insospechados, coros y teclados que llegan de improviso. Vaya cabeza tiene aquí el personal, bravo.
Como un mantra, los temas desfilan uno a uno hasta que el álbum termina y uno se da cuenta que tienen la capacidad de hacerte viajar y transportarte de un lugar a otro sin darte cuenta. “The Sleeping Philosophers” son unos verdaderos ilusionistas sonoros a caballo entre Pink Floyd y The Beatles, sin caer por ello en excesivos homenajes que ensombrezcan su propio talento. Gente de una creatividad notable que te versionan el “Mind Riot” de Soundgarden sin ningún tipo de complejo y llevándola a su terreno. ¡Ay esas ragas! También puedo detectar algún eco de Wilco, grata sorpresa por inesperada, en esos juegos de acústico – eléctrico y vaivenes del pop más limpio a la psicodelia más densa. Destacan a nivel instrumental, no esperábamos menos visto lo visto, con una instrumentación brillantísima, repleta de arreglos y de detalles. No hay lugar para excesos ni para virtuosismos sin sentido fuera de las canciones, cosa que, valoro siempre positivamente.
Como en su anterior trabajo, el dominio de la dinámica es una herramienta en sí misma para el desarrollo de sus temas, siendo este juego de intensidades parte de la música en sí como si de otro instrumento se tratase. En cierto modo, “Zenda” es una continuación de su anterior álbum, tanto en concepción como a nivel musical. Podría tratarse perfectamente de un álbum doble.
Concluyendo, queda claro que “Zenda” es un buen trabajo, que continúa en la línea trazada desde 2014 con su primer sencillo y que cada vez se aleja más del estilo marcado en estos inicios, fuertemente marcado por George Harrison para perfilar uno propio. “The Sleeping Philosophers” es un proyecto que, corríjanme si me equivoco, tiene debajo un fuerte sentido del humor. Al menos eso me transmiten y en estos tiempos que vivimos, no es poco, vaya que no.
Nacho (Erasmus Arne Saknussemm).