393 páginas || Papel y ebook
Comprar Libro
El verano vuelve a llegar, pero ya han pasado casi dos años desde que los intercambios llegaron a su fin y las vidas de nuestros protagonistas han dado giros de ciento ochenta grados. Daniel finalmente ha conseguido abrirse paso en el mundo de la música y Brooke está convencida de haber pasado página, pero ¿qué pasará cuando ella sea la elegida para ser la fotógrafa oficial del tour de DH?
Las aventuras se desarrollan ahora a diecisiete mil kilómetros de Sídney, concretamente en Londres, donde Dakota y Blake siguen haciendo de las suyas, Tyler ha decidido que no va a volver a enamorarse de ninguna chica y Alex aún está asimilando que ha conocido a su ídolo.
Nuevos personajes. Nuevas locuras. Nuevos sentimientos, y quizá alguno no tan nuevo.
Sumérgete en la historia de este grupo de amigos y no tendrás escapatoria.
«Si te gustó la primera parte de Distance, no pierdas el tiempo y empieza a leer ya, porque esta segunda entrega viene cargada de emociones.»
'Distance. Destinos cruzados' es el cierre a una bilogía que podéis adivinar que me ha encantado. En esta segunda parte nuestros protagonistas ya son adultos, o lo intentan. Han dejado atrás el instituto, las dudas propias de la adolescencia, y han continuado con sus vidas madurando en el camino, o intentándolo al menos. Algunas parejas siguen juntas, otras ya no son lo que fueron, otras han nacido nuevas y algunos han decidido no volver a enamorarse, pero ya sabemos que el destino a veces nos tiene preparado algo diferente. Lo que sí sigue presente es la amistad entre todos, aunque estén a miles de kilómetros de distancia. En este libro nos volveremos a encontrar con cada uno de ellos, viajando entre Londres y Sídney capítulo a capítulo, y me ha encantado ver qué les va ocurriendo a todos, aunque sea en distintas partes del mundo. Obviamente, verlos juntos es lo que más disfrutamos, pero es genial ver que la amistad puede con todo, al menos para la gran mayoría de ellos.
Es un libro en el que la música está mucho más presente porque Daniel está consiguiendo hacerse un hueco en ella. Así que conocemos de primera mano sus nervios por la salida de un disco nuevo, parte de sus conciertos, de cómo vive la gira, y todo lo que le va pasando mientras va cumpliendo su sueño. Porque hacerlo en Londres significa reencontrarse con alguien a quien hizo mucho daño en el pasado, y vivimos intensamente ese reencuentro, deseando que las cosas les vayan bien, aunque todo haya cambiado, aunque sea solamente como amigos. Porque si en su día fueron los mejores que se podían encontrar, ¿por qué no ser capaces de recuperar al menos eso? No será fácil, obviamente, pero mantendremos la esperanza en todo momento de que lo consigan.Lo sé y yo no voy a forzarte a nada. Te daré lo que me pidas y aceptaré lo que quieras darme. Me conformo con tenerte de vuelta en mi vida, no importa en calidad de qué sea. Unas me gustan más que otras, obviamente, pero todas me valen. Aunque la única parte de ti que pueda recuperar sea la de mejor amiga, aún así me sentiré afortunado.En esta segunda parte, además, tenemos nuevos personajes, y nos reencontramos con algunos que creíamos (o queríamos) no volver a ver, sobre todo cuando las cosas cambien para cierta persona y descubra que el amor no tiene porque ser tóxico ni hacer daño, que no siempre los celos tienen que formar parte de una relación. Y entonces no querremos reencuentro alguno, pero después de todo, no somos nosotras quienes escribimos la historia, ¿verdad? Y al mismo tiempo, las dudas aparecen en otra de nuestras parejas favoritas, y sentimos miedo por lo que eso pueda significar, o por lo que pueda llegar a pasar. Y sufrimos con otra que sigue negándose a creer en el amor, aunque las cosas se les pondrán bastante complicadas y tendrán que tomar decisiones inesperadas, a la fuerza.
Es un libro que vuelve a darnos amor y amistad, en el que vuelven a suceder cosas que pondrán en peligro las relaciones, pero al final, de eso se trata madurar. En eso consiste vivir. Y creo que he entendido todas las actitudes, todas las decisiones, y todos los miedos que ellos sienten, y es algo que me encanta. Poder empatizar con los personajes de una historia significa que la autora ha sabido dotarles de personalidad, profundizar en ellos para que los conozcamos lo suficiente para entenderlos, y eso no lo consiguen todos los libros. Así que me desmuestra, de nuevo, que Bea sabe cómo escribir sobre los sentimientos, y cómo transmitirlos. Y que yo, como ya dije, voy a leer todo lo que ella escriba, es más, creo que todo el mundo que disfrute con una buena historia de amistad y amor, debería hacerlo. Porque merece mucho la pena adentrarse en esta bilogia y conocer a este grupo de amigos que tan profundamente van a entrar en nuestro corazón.
Y es que es curioso cómo, en ocasiones, todo lo que necesitas para ser feliz ha estado toda la vida delante de tus narices, pero siempre lo has querido buscar más lejos, más allá, ocasionando que lo que está más cerca quede difuminado en tu cerebro. Y, cuando abres los ojos y lo ves ahí, esperando a ser visto, sientes eso que te llena desde dentro, ese sentimiento de hogar a miles de kilómetros de donde realmente está tu casa. Esa seguridad de que todo irá bien.