Un accidente de tráfico hace cuatro años se llevó la vida de su novia y de su mejor amigo pero Manu, que conducía el coche, salió ileso. Desde entonces, ha perdido el interés por vivir. Con la esperanza de que los buenos recuerdos le ayuden a cerrar heridas, sus padres deciden regalarle un viaje de seis días a La Manga del Mar Menor, el lugar donde veraneaban durante su infancia. Allí conocerá a Johanna y deberá decidir entre seguir sin rumbo o aprender a amar sin miedo a perder a sus seres queridos.
Tras los éxitos cosechados con sus dos novelas anteriores, La biblioteca de Emma y Cada día cuenta, con más de 4.000 ejemplares vendidos y medio centenar reseñas positivas en blogs literarios, el joven autor canario Yauci Manuel Fernández vuelve a la literatura para emocionar de nuevo a sus lectores con una obra vibrante e intimista.
Tenía muchísimas ganas de leer este libro, pues hasta ahora todo lo que ha publicado me ha gustado, tiene una sensibilidad especial para escribir con la que conecto muy bien y con ese título y la edición tan bonita no es fácil resistirse.
Manu sufrió un trágico accidente, perdió a su novia y a su mejor amigo, desde entonces ha perdido cualquier ilusión, ya ni tiene interés por vivir, por el mañana, por nada. En un intento de animarlo sus padres le regalan un viaje a La Manga del Mar Menor y allí conoce a Johanna, ella sin saberlo le obligará a decidir si continuar como hasta ahora o perder los miedos.
Es duro vivir en el pasado. Quizá signifique que no disfrutamos del presente. Aunque lo realmente duro es asumir que ya nada volverá a ser como antes.
Aunque al principio dije que con este autor conecto bien lo cierto es que cuando comencé el libro no fue así, no sentí eso que me hace formar parte de la historia, quizás es cosa mía pero este libro lo he vivido diferente, como si me lo contara un amigo y no como estuviese ahí, curiosamente me ha parecido más una historia vivida que inventada, en el libro dice algo así de otra historia y creo define bien a esta. Por otro lado soy muy sensible con los accidentes y en esta ocasión no me ha dado pena, no lo he pasado mal, no he llegado a creer esa parte y ha sido una pena.
Como siempre me ha gustado como escribe Yauci Manuel, con esa forma tan cercana, natural, sin florituras pero bonito. Hace años que me enamoré de su forma de contar historias y aunque este libro no me ha terminado de emocionar seguiré leyendo todo lo que publique.
El final me gustó y sorprendió por partes iguales, es más tuve que leerlo dos veces, hizo que lo cerrara olvidando lo que no me gustó.
A pesar de algunas cosas con las que no he terminado de conectar y otras que no me han gustado del todo, no puedo decir que no disfrutara leyéndolo, se lee rápido y es una bonita historia, es un buen compañero para una agradable tarde de lectura.
3'5/5
Con la colaboración de Esdrújula ediciones.
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