¿Conocemos a la gente que nos rodea? La vida de los otros puede resultar sorprendente.
Un periodista que sufre bloqueo creativo cuando está a punto de comenzar a escribir su primera novela se encuentra un día en su edificio un manojo de llaves. Pronto descubre que las llaves abren todas y cada una de las puertas de su inmueble.
Es agosto no está ninguno de sus vecinos, Madrid está vacío y tiene tiempo y ganas de curiosear. Lo que en principio empieza como un pasatiempo -visitas nocturnas a todos los pisos de su edificio- acaba por convertirse en su ocupación principal, cuando descubre las vidas ajenas de aquellos que tiene a su alrededor, conocidos y al mismo tiempo tan desconocidos, y, sobre todo, una historia de amor y una misteriosa muerte a la que se ve abocado, inevitablemente, a investigar.
La vida de los otros puede resultar sorprendente nos dice Carlos del Amor. curiosear y preguntarnos por la vida de nuestros vecinos despierta nuestro interés, ¿verdad?. Puertas cerradas que al abrirlas descubres vidas, descubres alegrías, tristezas, muerte, intriga y amor.
Desde las primeras páginas quede enganchada a una trama original y muy distinta de lo que habitualmente leo, original por como nos cuenta las historias de sus vecinos y también original por introducir ingredientes como la curiosidad y el cotilleo para lograr tener de su lado al lector.
Comienza narrando en primera persona alternando la narración más adelante con un tercera, para conseguir que el lector dude entre lo que es biográfico de lo que no lo es, el protagonista es un periodista que trabaja en televisión y va a publicar su segundo libro, nos deja dudando entre lo que puede ser realidad o ficción.
Una novela con muchos personajes, vidas que vamos descubriendo de un modo tal natural que podrían ser nuestros propios vecinos, nos vemos fisgoneando junto a nuestro protagonista, y lo más sorprendente es que nos gusta y que queremos saber más...
Estructura bien trazada, original y diferente, con guiños creativos muy buenos, como adoptar ideas de uno de sus críticos lectores para describir a los personajes de su próxima novela para que sus lectores no se líen si decide incluir muchos personajes, consiguiéndolo magistralmente. La historia de cada personaje la comienza en cada capítulo con su nombre.
También incluye en la historia detalles culturales, de arte y citas de escritores, que me han gustado mucho, un acierto introducirlos para que el lector los disfrute y se deleite con ellos.
«El último no verano había acaecido en 1816. Si uno echa vistazo rápido a lo que sucedió aquel año, comprobará que no pasó nada extraordinario: 1816 fue bisiesto, comenzó un lunes y, salvo que un día de esos trescientos sesenta y seis se hizo la primera fotografía, no destacó por ser un año especialmente llamativo, con la excepción de que a la primavera le siguió el invierno y que a ese fenómeno le debemos, en cierto modo, haber pasado miedo mucho después. En 1816, lord Byron y una Mary Shelly de 19 años, entre otros, pasaban sus vacaciones en Villa Diodati, Suiza
».Recomiendo leer El año sin verano por su prosa sencilla, su ritmo ágil y sus personajes bien definidos, también por ser una historia de intriga, una historia de amor, una historia con un final sorprendente, sí, un final que no había podido imaginar. ¿Qué ocurre en el quinto izquierda? No podrás parar de leer...
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