* Autor: Pío Baroja
* Editorial: Catedra
* Páginas: 304
* Formato de lectura: Papel, tapa blanda
Para Azorín esta novela resume mejor que ninguna el espíritu de Baroja. Y efectivamente: sus principios filosóficos y sociales, la reacción frente a la miseria y el dolor, y los elementos autobiográficos hacen de esta obra muestra privilegiada del mundo del autor. Médico, como Baroja, el protagonista de «El árbol de la ciencia» asiste impotente a los desafueros de una sociedad mezquina y envilecida. Entre el determinismo fisiológico y la rebelión moral hay la búsqueda de un camino propio.
Andrés Hurtado empieza a estudiar Medicina y en la facultad se encuentra con algunos compañeros y amigos antiguos. A lo largo de la novela, vemos como el personaje va evolucionando. Se convierte en médico y observamos como va cambiando su vida. Nos hacemos partícipes de sus reflexiones filosóficas y de su opiniones acerca de cualquier tema.
¿Qué decir de este libro? Antes de leerlo pensaba que iba a ser un libro completamente diferente, pero no era tal y como pensaba, sino totalmente diferente. Sinceramente no sé si me ha gustado o no. Hay partes que las he considerado estupendas, me ha encantado la narración, lo narrado y la historia. Pero después hay cosas que no logro comprender o que no comparto.
En primer lugar la cronología seguida me ha resultado un tanto confusa. Dedica un capítulo al primer día de carrera y en un párrafo se ventila toda la carrera de Medicina. Hay continuos saltos en el tiempo y a veces me he perdido, vale esto ya es problema mío no del libro.
Después el libro es una continua crítica a la sociedad, Hurtado es un personaje muy pesimista, no está de acuerdo con nada, o con casi nada, y su fin en la vida es criticar, o al menos eso parece. Pero lamentablemente, todas las cosas que critican son muy actuales, es decir, que mientras que lees el libro te planteas si estás leyendo una novela del Una cosa que no entiendo de principios del siglo XX o del siglo XXI. Por ejemplo, en aquel tiempo (que parece tan lejano y a la vez tan cercano) España no era lugar para la investigación, hoy tampoco lo es. Sí, es lamentable.
Otra cosa que no entiendo de Andrés es que no lo notas contento mientras que ejerce su profesión, lo hace como a disgusto, entonces me pregunto, ¿para qué estudias Medicina si no te gusta? De verdad, este personaje no ha sido nada de mi agrado, entre su pesimismo, su afán de quejarse, su forma de ver las cosas y la forma de criticar a la gente de pueblo... Andrés, que no todo el mundo puede vivir en la capital.
No nos podemos dejar atrás las reflexiones filosóficas que mantiene con su tío Iturrioz, un buen médico, con el que discute acerca del sentido de la vida y de diferentes temas filosóficos. Cada uno matiene su postura y defiende al filósofo con el que se sienten identificados, en el caso de Hurtado con Kant. Estas partes a decir verdad se me han hecho un poco pesadas, teniendo en cuenta mi repulsión hacia la filosofía (o ciertas partes de la filosofía)
Y personajes... hay un sinfín de ellos. Dicen que calidad antes que cantidad y en este libro no es así. Al haber tantísimos personajes no llegas a conocerlos bien y muchos parecen interesantes pero como no llegas a profundizar te dejan con la miel en los labios... Pero si me tengo que quedar con alguien de este libro sin duda sería Lulú, una muchacha que no se pone límites y que finalmente consigue lo que se propone.
¿Lo habéis leído? ¿Os gustó?