Reseña - El Ascenso De Endymion

Publicado el 10 mayo 2016 por Daniel Daniel Pérez Castrillón @Mangrii
El ascenso de EndymionDan Simmons (Trad. de Carlos Gardini)Ediciones B | NovaTapa dura | 864 páginas | 23€



   Cuatro años tras los sucesos de Endymion arranca la última novela de la tetralogía Los cantos de Hyperion. La muerte y resurrección del papa Julio XIV desata la lucha de poderes dentro de Pax entre la facción de Pax Mercantilus (un grupo comercial), la facción de Paz y Justicia (la mismísima Inquisición) y el propio TecnoNúcleo, que tiene sus propios planes para Pax. A su vez, Aenea y Raúl habitan en Vieja Tierra, donde la primera tras estos cuatro años ha puesto el punto final a su formación como arquitecta bajo la tutela del cibrido Frank Lloyd Wright. Aenea debe convertirse en La Que Enseña, en la persona que cambiara la historia para siempre, pero tanto Pax como el TecnoNúcleo harán todo lo posible una vez más para capturarla, regresando sus antiguos perseguidores el padre capitán Federico de Soya y la letal Rhadamant Nemes.
Ilustración de Feng Zhu Design
   Esta última cuarta entrega de la tetralogía que comenzó en 1989, y fue nominada al premio Hugo en 1998 como mejor novela, supone el broche final a una historia que ronda las 4000 páginas de amplitud, aunque se subdivida en dos ciclos muy diferenciados. Mientras que la primera parte de este binomio final resultaro ser una narración plagada de aventuras a través de los diversos mundos del universo creado por Simmons, este último capítulo trata de desarrollar nuevas ideas y solucionar los temas que había dejado pendiente, mostrando respuestas inesperadas a algunas de las incógnitas que nos asolaban desde las primeras páginas de Hyperion y cambiando nuestras certezas absolutas que teníamos como referencia de las anteriores entregas. La novela se divide en tres partes en las que, a través de una tercera persona encarnada por Raul Endymion, vamos conociendo todo el desarrollo final de la historia. La primera parte tiene un ritmo bueno, con interesantes revelaciones y multitud de puntos de vista donde vamos visitando diversos planetas y sociedades, provocando una narración coral fantástica que nos hace entrar en situación. En la segunda parte todo cambia, de repente ese ritmo fluido pega un frenazo, donde solo nos muestra el punto de vista de Raúl y nos introduce en una cultura oriental budista, con escasos momentos de acción y con una reiterativa descripción del mundo que habitan, haciéndolo realmente pesado y perdiendo mucho fuelle. Todo esto se recupera en los dos últimos capítulos y en toda la tercera y última parte, donde tomando mano de pesos pesados y desatando la nostalgia con personajes de los dos primeros libros, nos mete de lleno en el tramo final de la historia para atar todos los cabos necesarios.

   Al igual que en las anteriores entregas, Simmons es un narrador con gran capacidad para sorprendernos y siempre se guarda un as bajo la manga en forma de giros inesperados. A través de su estilo culto pero asequible y lineal salvo en el primer tramo, nos sumergirá de nuevo en una historia de múltiples tramas, complots universales, intrigas y guerras que llevan siglos forjándose. También Simmons aprovecha paratratar multitud de temas, como la religión, estableciendo firmes debates en torno a la idea de catolicismo o el budismo; debatir la frontera entre el bien y el mal, los limites que pueden llevar la libertad, el eterno conflicto de fe contra la ciencia; y así con multitud de diálogos cargados de misticismo filosófico pseudo científico que, si te resulta interesante, te dejará reflexionado un buen rato como suele ocurrir en sus obras. Si hay algo que me ha fascinado de este segundo ciclo de la tetralogía, aparte del asombroso mundo que tiene Simmons en su cabeza, es la idea que planta de la Iglesia Católica (donde hasta acudiremos a una elección papal) y su jerarquización armada que impone sus creencias y conceptos que todos conocemos en el mundo. Un elemento importante en las novelas de Simmons es el amor, y en este libro lo demuestra más que nunca durante su explicación del misterioso Vacío Que Vincula, que a mí personalmente me ha encantado y fascinado.
Ilustración de Feng Zhu Design
   El desenlace y solución de la novela son buenos y esperados en gran medida, atan los cabos planteados y dan un esbozo final de lo sucedido, aunque creo que le ha faltado cierta fuerza y algunas incongruencias empañan todo su desarrollo. En general me han convencido sus explicaciones acerca del Vacio Que Vincula, sobre la realidad del cruciforme, sobre quién es realmente el Alcaudón y sobre el TecnoNúcleo. Eso sí, existenunos cuantos fallos de los que adolece; conceptos como las parcas o la libreyección aparecen como soluciones repentinas que podrían haber solventado otras tramas con anterioridad, combates que anteriormente fueron durísimos y ahora se finiquitan como si nada o vender como sorpresa la ubicación del TecnoNucleo cuando fue comentada en el libro anterior. Sin embargo, todos esos fallos son nimiedades frente a la inagotable imaginación que despliega Simmonsen toda su obra, donde se nota que no tenía nada planificado y que fue escrito con brújula (sobre todo este segundo ciclo), pero donde es capaz de lograr un final satisfactorio a decenas de tramas, misterios e intrigas que había ido desarrollando a través de los tres volúmenes anteriores.
La capacidad narrativa e imaginativa de SimmonsLa cantidad de temas interesantes y reflexivos que trataLas explicaciones a misterios de toda su tetralogíaEl TecnoNúcleo
Algunas incongruencias en la trama
Dan Simmons consigue concluir su monstruosa e imaginativa tetralogía que se inicio con ese clásico de la ciencia ficción que todo el mundo debe leer como es Hyperion, y que ha ido mutando hasta convertirse en una historia con un estilo más comercial y aventurero, pero no menos interesante, ya que Simmons siempre sabe plantar la semilla de la reflexión con temáticas interesantes para todos los públicos. Este segundo ciclo no esta a la altura del primero, pero sigue teniendo esa fuerza narrativa del autor que no te deja fácilmente separarte de sus páginas.
¡Muchas gracias a Nova por el ejemplar!