Este es mi primer encuentro con esta autora. Su obra más famosa es “La gente feliz lee y toma café” y no he tenido la oportunidad de leerlo, además que tampoco me llamaba demasiado la sinopsis.
Pero con el atelier de los deseos paso algo cómico, la sinopsis que leí eran corta que me dije “tengo que leerlo” y así lo hice.
El personaje principal es Iris, una chica de 31 años que siempre ha querido ser costurera, diseñadora, creadora de vestuario. Pero siendo ella muy joven aplico para una escuela de costura y sus padres le ocultaron que había sido admitida, con lo cuál Iris termino estudiando Comercio y casándose con Pierre.
Iris es tremendamente infeliz trabajando en un banco. Su marido es médico y pasa poquísimo tiempo con ella. Cuando se entera de la mentira de sus padres, ella decide aplicar para hacer un curso de costura en una academia en París.
Es aceptada, con la constante negativa de su marido, y logra irse a estudiar allí.
Cuando llega a París conoce a Marthe, la dueña del atelier donde estará estudiando Costura.
Marthe es elegante, enigmática, autoritaria, pero desde que Iris la ve no puede dejar de sentir curiosidad por esa mujer.
Con el paso del tiempo Marthe comienza a vigilar cada vez más a Iris, a interesarse por su trabajo, y se da cuenta que Iris en verdad sabe coser. Que no es una más de las chicas que hace un curso para medio aprender a coser, sino que sabe perfectamente como crear un vestido, un traje, como diseñar.
Marthe le propone a Iris que le cree que vestido para asistir a un cóctel que tiene en su casa, Iris le pide a Marthe que le diga sus preferencias, como lo quiere, que colores prefiere pero Marthe simplemente le dice que cree, que deje volar su imaginación.
Así es como Iris le crea un vestido a Marthe, el cual impacta a todos en la fiesta. Iris cada vez progresa más, a pesar de que se nota mucho que ella esta mucho más avanzada que sus compañeras de curso.
Marthe, al ver el talento de Iris, le propone ayudarla, ser su mentora, su guía. Simplemente Iris tiene que coser en su atelier, ya Marthe tiene varias clientas que se mueren por lucir los diseños de Iris. Así es como ella comienza a pasar cada vez más tiempo en el atelier.
Así conoce a Gabriel. Un hombre atractivo y mujeriego por el cuál Iris se siente atraída desde el primer momento en que se encuentran.
Marthe logra que Iris sea cada vez más segura de si misma, invitándola a cócteles y fiestas, haciendo que luzca sus propios diseños y que se codee con sus potenciales clientes.
De repente vemos como la actitud de Marthe va cambiando, cada vez es más obsesiva con Iris, la quiere todo el tiempo a su lado, pero sobretodo insiste con demasiada intensidad en que se mantenga alejada de Gabriel.
Gabriel fue como un hijo para Marthe y Jules (el esposo fallecido de Marthe) por lo tanto ella sabe como es él, la cantidad de mujeres que frecuenta y cree que no es bueno para Iris.
A lo largo de la novela se va desarrollando cada vez más intensamente el triángulo Marthe – Iris – Gabriel.
El gran personaje secundario y decadente de la historia es Pierre. El marido de Iris es totalmente chapado a la antigua. Cree que Iris debe terminar el curso, regresar a la casa, quedarse embarazada y dedicarse a criar hijos.
Una idea absurda, teniendo en cuenta como se desarrolla ese matrimonio. De verdad que es un personaje muy irritante.
La historia toma un punto interesante y decisivo cuando descubrimos las verdaderas intenciones de Marthe con Iris y que pinta Gabriel en todo eso. Cuando descubrimos la relación que ha llevado, mejor dicho el tipo de relación, Gabriel con Marthe.
Personalmente Gabriel no es mi personaje masculino favorito, al menos no al principio, luego comienzo a tomarle “afecto” pero incluso al final no me gusta tanto.
Iris. Cuando comienzo a leer la novela y veo ese nivel tan extremo de inseguridad en sí misma y de dependencia que tiene Iris por un ser tan indiferente y estúpido como Pierre, comienza a caerme mal. Es ese bendito problema que siempre tengo con los personajes femeninos: o son insufriblemente inseguros y van de sufridas por la vida, con la autoestima por el subsuelo; o son ta seguras de si mismas y tan autosuficientes que rozan lo egocéntrico.
Y aunque Marthe es un personaje fuerte, de algo si que sirvio: quitarle ese nivel de dependencia e inseguridad a Iris. Llenarla de confianza. Creer en ella.
La Iris que llega al final, sigue siendo un poco “inocente” pero cree mucho más en ella y en lo que puede hacer.
Marthe es el personaje más difícil de describir, porque puede ser por momentos una especie de “madre protectora” para Iris o una jefa castradora y dominante. Todo a partes iguales. Y al final, como ella termina, es la única forma en que creo que podía terminar Marthe sin desmejorarla.
Ha sido una novela interesante de leer, la pluma de la autora hizo que la leyera con facilidad y muy rápido. Y me ha dejado con un buen sabor de boca para seguir leyendo más cosas de ella.