Reseña: El beso del infierno - Jennifer L. Armentrout

Publicado el 06 diciembre 2016 por Lauravep @followermydream
¡Hola!
Aunque ha sido un suplicio acabar este libro, he de decir que escribir la reseña ha sido bastante gracioso así que os dejo con ella.

El primer beso podría ser el último.Layla, de diecisiete años, solo quiere ser normal. Pero con un beso que mata a cualquiera que tenga alma, ella es cualquier cosa menos normal. Mitad demonio, mitad gárgola, Layla tiene habilidades que nadie más posee. Criada entre los Guardianes –una raza de gárgolas que tiene la misión de cazar demonios y mantener a la humanidad a salvo–, Layla intenta encontrar su lugar, pero eso significa esconder su lado oscuro de aquellos que más ama. Especialmente del atractivo Zayne, un Guardián de quien ha estado enamorada desde siempre.Cuando menos se lo espera, Layla conoce a Roth, un demonio sexy y tatuado que dice saber todos sus secretos. Layla es consciente de que debería permanecer lejos de ese chico, pero hay algo que se lo impide… especialmente cuando se percata de que con él sus besos no son mortales, ya que Roth no tiene alma.Pero en el momento en que Layla descubre que ella es la razón del violento levantamiento demoníaco, confiar en Roth no solo puede arruinar su oportunidad con Zayne… Podría convertirla en una traidora para su familia. Peor aún, podría llevarla a un viaje sin retorno al fin del mundo.

White Hot Kiss · The dark elements #1 · Plataforma Neo · 408 páginas · 17,90
OPINIÓN PERSONAL No es la primera vez que leo a Armentrout, de hecho en su día la saga Lux fue de mis favoritas y aunque sé que ahora no me gustaría tantísimo como antes tengo muy buen recuerdo de ella. También he leído el primero de la saga Covenant, y uno un poco raro con una trama de novela negra por ahí metida. Y un spin off de la saga Lux. Así que sí, podemos decir que la autora no me es desconocida pero he de decir que hasta ahora no he había encontrado con un libro así, uno al que de verdad no le he encontrado ni pies ni cabeza. 
La razón por la que me ha costado acabar este libro casi un mes no ha sido el hecho de que no me gustara, porque el libro se lee rápido. Han sido los exámenes y las lecturas obligatorias (sumándole a ello el hecho de que el libro no me interesaba) lo que ha hecho que tardara tanto en acabarlo. Pero bueno, aquí estoy. Más vale tarde que nunca. Allá va.
Layla es mitad guardiana (personas que se convierten en gárgolas, así explicado rápido) y mitad demonio.Desde pequeña vive con los Guardianes aunque sabe que no todos están contentos con su presencia. Va al instituto como una chica normal y esconde sus raíces antes sus dos amigos, Stacey y Sam.
Mientas lidia con una vida normal, se dedica a marcar demonios, su habilidad que le permite ser útil para los Guardianes: sabe diferenciar al demonio de la persona normal, y los marca para hacerlos visibles y que estos puedan deshacerse de ellos. Cuando un día en su clase de Biología (única asignatura que da Layla al parecer) aparece un demonio sexy que habla, camina y respira de forma sexy, hará que se plantee todo lo que pensaba que conocía. 
Madre mía, la sinopsis parece épica y todo. Realmente no sé bien por dónde empezar porque sé que lo haga como lo haga me voy a dejar algo por comentar. Voy a comenzar por el principio, lo que me lleva a la trama de la historia.
Resulta que tenemos a Layla (de la que luego hablaré que da para rato), que vive con los Guardianes, unas criaturas de las que apenas se explica nada salvo que se convierten en gárgolas. ¿Por qué en gárgolas? Vete tú a saber, a la autora le dio por ahí. Prosigo, la protagonista está medio enamorada desde siempre de su “hermano” Zayne, que es más plano que yo que sé y está creado a partir de un tópico detrás de otro.
«En realidad no necesito oír disculpas. Me parece que se dan demasiado a menudo como para significar algo.»
Layla va al instituto donde tiene a sus dos amigos topicazo novela americana: a la amiga que no para de pensar en sexo las 24h del día y al amigo friki que suelta datos aleatorios también las 24h del día. ¿Qué cómo se pueden juntar los tres amigos siendo tan diferentes? Ah no sé, pero la autora en ningún momento refuerza la amistad contando alguna cosilla del pasado o de cómo se conocieron. Simplemente te los planta ahí delante y te lo crees.
Seguimos con la increíble protagonista que, al encontrarse a un demonio y no a un demonio cualquiera sino a uno de Nivel Superior (supongo que por el nombre podéis adivinar que pinta mal la cosa) no se plantea ni por un momento seguir las normas con las que ha vivido sino que se pasa todo el día pensando en todas las partes de su cuerpo, la manera en la que habla y las tonterías que suelta por la boca. Porque aquí viene lo bueno: el chico sólo habla para decir guarradas o frases con connotaciones sexuales. O alabar lo increíble que es. Y así la mitad de la novela.
Dejo ya de hablar de lo que va ocurriendo porque no quiero pisar terreno spoilers por si a alguien de verdad le sigue apeteciendo leerse el libro. Voy a pasar a hablar de los personajes que, de verdad, me apetece y todo.
Layla es estúpida. No he podido con ella en ningún momento de la novela, es la típica guapa que no se cree que es guapa pero todo el mundo la considera una tía diez y va detrás de ella pero claro, ésta no se da cuenta. A parte de estúpida e irresponsable, han sido los comentarios tontos que han ido haciendo que el personaje cada vez fuera cayéndome peor. En una escena le echa la mierda a alguien encima y le amenaza y a los dos segundos ya está cagadísima y arrepentida. La actitud que tiene con su hermano durante toda la novela me ha parecido muy egocéntrica, esperando que éste estuviera a su lado en absolutamente todo momento. También está todo el día lamentándose por no ser totalmente guardiana y por no estar entre ellos como una más. Cansina es poco.
Ah, y Jennifer: sabemos que tiene que tomar azúcar para que no le entren deseos de absorber almas, pero si por favor no dijeras cada dos segundos que se toma un zumo de naranja, o la dichosa masa de galletas porque se encuentra fatal y va a absorber un alma humana mejor. Porque llega un punto en la novela que cansa mucho. «Las personas con las almas más puras son capaces de las maldades más grandes. Nadie es perfecto, sin importar lo que sean o por qué bando luchen.»
Dejo de hablar de esta mujer porque me estreso. Luego está Roth, que anda que pasada de nombre, el demonio caballero en apuros. Personaje estereotipado (como la gran mayoría en la historia) pero exagerado, que cualquier cosa que hace/dice Layla la transforma en algo con trasfondo sexual. Por Dios, hay una escena en la que Layla tiene azúcar en los dedos y éste SE LOS CHUPA. En un lugar público. ¿Pero alguien entiende esto de verdad?
Este chico tiene bastante importancia en la novela pero para qué dársela, no me ha sabido trasmitir nada en ningún momento a parte de ganas de lanzar el libro a la pared.
Zayne es el “hermano” guardián de Layla, que sí que es gárgola y del que ella está “enamorada”. Lo pongo entre comillas porque qué me estás contando, la chica empieza la novela diciendo que quiere un montón a su hermano y lo guapo que es y lo que le gustaría besarle y llega un momento que esos sentimientos se esfuman y no se vuelve a hablar del tema.
Luego, es el típico hermano mayor perfecto con sonrisa perfecta que se preocupa muchísimo por ella porque la quiere muchísimo y que la saca a tomar helado. Y que la llama bichito. Bichito. Puedo entender que llames así a un crío; pero a una chica de diecisiete años, ¿¡en serio!?
Paso rápidamente por los amigos que ya he comentado antes y de los que no tengo más que añadir porque realmente no hacen nada más que no sea actuar según su papel estereotipado. Un lujo de personajes todos vaya.
Incongruencias hay varias, pero os digo una que me he encontrado hacia el final y que de verdad me ha entrado la risa. Layla sabe luchar lo justito, para defenderse un poco y ya está; y de repente ella chula le atesta un puñetazo y unas patadas a un demonio (también de Nivel Superior, por cierto) y se lo carga. Y aquí viene lo mejor, eh: a Roth se le salen las lágrimas de orgullo. What. Whaaaaat.De verdad, flipándolo mucho. El súper demonio machito se emociona mientras lucha contra otros demonios. Ahí, en mitad de la batalla y emocionándose porque su chica le ha dado dos puñetazos al demonio con el que luchaba. ¿Le veis sentido?     
«Tu vida no se centra en las cosas que no puedes hacer. Lo importante son las cosas que sí puedes hacer.»  
Voy a decir algo bueno y es que creo que la trama mejora un pelín en las últimas 50 páginas. No hay ningún milagro pero al ser el final el ritmo avanza más rápidamente y parece que la protagonista no hace más estupideces de las normales.
El ritmo de la novela es rapidillo pero en mi caso me ha costado muchísimo ponerme porque me desagradaban tantísimo los personaje y cómo iba avanzando la trama con ellos, que es que no me interesaba. Sin embargo, si no encontráis mucho problema con este tema reconozco que la novela puede llegar a leerse bastante rápido.
Si alguien me preguntara si finalmente salvaría este libro y si os diría que le dierais una oportunidad, bajo mi punto de vista la respuesta es no. Demasiados topicazos página tras página que rozaban lo absurdo al final.
Resumiendo, El beso del infierno es una novela que me ha decepcionado, me he encontrado con personajes planos y estereotipados (no se ha salvado ni uno) y con una trama a la que le faltaban chicha y chispa por todas partes. Aunque tenga un ritmo más o menos ágil y unas cincuenta páginas finales que cogen mejor ritmo, yo no os recomendaría la novela.
2/5