Reseña «El Camino» – Especial de Breaking Bad

Publicado el 16 octubre 2019 por Proyectorf @Proyectorfant
"pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior"

" ¿Será necesaria?", fue la pregunta (general) inmediata al enterarnos sobre la noticia de la preparación de "El Camino" (2019), una película dedicada al seguimiento a Jesse Pinkman, luego de escapar del complejo neo-nazi en los últimos capítulos de Breaking Bad.

Lo cierto es que el estreno de "El Camino" nos mostró una continuidad con respecto a la última temporada, el cierre de determinadas cuestiones y un mimo a los fans que fueron los principales beneficiados. Su argumento no fue tirado de los pelos para nada, más bien fue completamente natural. La relación de Jesse con Todd, la aparición de varios personajes (Skinny Pete o Badger) que todavía se mantenían vivos en el viejo Albuquerque fueron los que sostuvieron a Jesse para mantenerse al margen de la policía y poder evitar la cárcel, que conllevaría un destino prácticamente eterno para él.

Todo esto, además de la buena actuación de Aaron Paul que expuso correctamente la madurez del personaje de Pinkman con mucha altura, y la tensión que mostró el capítulo en determinados momentos, son algunas de las cuestiones que se pueden considerar como parte del saldo a favor de la producción.

Sin embargo, el sabor final que deja la película es amargo. Más que una película es un especial largo y su justificación está, quizás, en las ganas del grupo de productores de tener un cierre emocional para ellos mismos.

"El Camino", sin tener en cuenta la expectativa de un fan, es aburrida por momentos y deja un sabor agridulce. Con la sensación de no aportar nada más que un cierre previsible, un guión chato e incluso con poco de esos detalles visuales que suelen tener las producciones de Vince Gilligan. Es la simple confirmación de aquello que todos deseábamos, y nada más que eso. Bastante pobre si hacemos la comparación con la experiencia adrenalínica que fue Breaking Bad.

Ni siquiera dejó lugar a mantener determinadas dudas que quedaron del final de la serie. Muchas de las cuestiones que se presentaban como "enigmas" (la no muerte de Walter White, por ejemplo) se cerraron definitivamente a pesar de las teorías conspirativas que algunos fans quisieron instalar.

Pero al mismo tiempo era esperado y quizás una buena excusa para volver a Breaking Bad. Como punto final, sin dudas. No todas las producciones (o los finales) necesariamente deben ser entretenidas, impecables o espectaculares. Tampoco todos los finales deben ser completamente abiertos. Pero al mismo tiempo, no valía la pena tener un cierre literal porque las expectativas iban a ser muy altas y se puede decir que, en algún punto, el especial no pudo cumplir con eso.

Quizás el buen gancho del final y la carta a Brook Cantillo, el niño con el que Jesse se encariña en la tercera temporada, nos muestra una necesidad emocional, un Pinkman que a pesar de todas sus cicatrices y cambios, sabe que su aventura terminó y su nueva identidad como "Mr. Driscoll" empezó. En este punto se diferencia de las expectativas de "Saul Goodman" quien siente un poco más la nostalgia de la adrenalina y el dolor de no continuar. Jesse fue la peor víctima de las aventuras de Breaking Bad. Sólo por eso se justifica este especial, para que tenga su propia redención.