Author: Ruta Sepetys
Genre: Novela
Publisher: Océano, Maeva
Format: Rústica
Pages: 320
Nueva Orleans, 1943. Josie, una niña de diez años, acompaña a su madre Louise a ver a Willie, la dueña del burdel más famoso de la ciudad, para que vuelva a darle trabajo. Willie siente una simpatía inmediata por Josie y le concede una nueva oportunidad a su madre. Siete años más tarde, gracias a Willie, Josie ha conseguido trabajo en una librería en cuya trastienda vive para mantenerse apartada de Louise todo lo posible. A cambio, echa una mano limpiando en el burdel y ayuda a Willie con las cuentas, pues se ha convertido en una de sus personas de confianza. Pero Josie sueña con una vida mejor. Se hace amiga de Charlotte, una chica de buena familia que está de visita en la ciudad, y empieza a albergar el ferviente deseo de abandonar Nueva Orleans e ingresar en la universidad. Aunque ese futuro parece estar muy por encima de sus posibilidades, hará lo posible, con todo su esfuerzo y la ayuda de sus amigos, por cumplir su sueño.
-Josie -dijo Cokie, acercándose al mostrador-. ¿Te encuentras bien? Estás más gris que una botella de lluvia, chica.
Sería maravilloso si todo lo que deseamos saliera conforme a lo planeado, y no me refiero a esas ocasiones en que deseamos que el contenido del regalo no sean calcetines o que el bus tenga asientos disponibles. Es algo más parecido a tener todas las respuestas correctas del examen o que no se rompa un preservativo. Pero como todos sabemos y nos negamos a reconocer, la vida sigue una extraña mecánica que no favorece a los que se sientan a esperar que las cosas cambien. A veces, tienes que apretar botones, girar perillas, cambiar palancas y esperar que la luz verde funcione para ti en el intento de vivir sin instructivo.
Para Josie Moraine no ha sido fácil aprender esta serie de operaciones y ha decidido dejar que la máquina vaya en automático, sin prisa ni bifurcaciones, directo a quien sabe dónde. Eso sí, ella puede jactarse de saber preparar las mejores bebidas alcohólicas desde que era apenas una niña y acompañaba a su volátil madre de burdel en burdel. Quizá lo más temerario que ha hecho Josie es alejarse de la prostitución y meter las narices en los libros ¿a quién no le gustaría vivir en una librería? Pues nuestra protagonista es librera de medio tiempo y asesora del mejor burdel del barrio francés de Nueva Orleans. Con una gran agilidad combina la limpieza de la casa de citas de Willie con ordenar las estanterías del negocio de Charlie Marlowe. Pero cuando cree que no hay mucho que pueda hacer para cambiar el rumbo, Josie recibe dos importantes visitas que la sacudirán para salir del letargo en el que se encuentra. Pronto comenzará a soñar más alto olvidándose de la caída.
-Tú eres un cacahuate salado, y esa gente del Este son canapés. No me vengas con clichés y pienses que vas a ser como la huerfanita Annie, que termina en una especie de castillo. Eres un cacahuate salado, Jo, y eso no tiene nada de malo. Pero los cacahuates salados no se sirven junto a los canapés.
No se confundan, El color de los sueños no es un libro que trata de motivarte a perseguir lo que quieres. Este libro nos habla de las limitaciones de una chica que se ha criado en los estratos más bajos de la ruidosa Nueva Orleans de los 50’s. Si bien Josie ha ido componiendo una familia al más puro estilo del patchwork, sigue sintiéndose sin raíces, extranjera en su propia vida. Pocos libros me han hecho sentir desesperanza, este es uno de ellos y es que ¿cómo se puede aspirar a una felicidad de la que no se tiene noticia? Pero no estamos frente a una obra en la que la protagonista se la pase arrastrando la cobija por la calle de la amargura, Josie nos cuenta su vida de forma tan sincera e inocente que no te percatas de lo difícil que la está pasando hasta que la realidad se vuelve tan adversa que duele.
Tenemos un libro que habla de cómo la vida está tejida por golpes de suerte y cosas muy jodidas como limpiar vómito de borracho o no saber quién es tu padre. Y en este vórtice de malos presagios hay una chica que se debate no por ser mejor sino por ser cómo ella quiere. Es así como a lo largo de más de trescientas páginas, Ruta Sepetys nos sorprende con la sutileza de una prosa que poco a poco se adentra en el corazón de Josie, del burdel, de las estanterías, de la ciudad. Una historia plagada de personajes entrañables que muestran las diversas caras del ser humano.
Una lectura que no termina en la última página, me he quedado reflexionándola por días, digiriendo los pequeños detalles que la autora ha dejado a lo largo del libro y que a primera vista pasan desapercibidos. El color de los sueños se distingue por la ilusión de su suavidad narrativa pero que como todo encantamiento, se disuelve para descubrirnos una crudeza que eriza. Pero aclaremos, no es una historia de pesimismo, es una muestra de cómo a pesar de tener una pésima mano de cartas se puede seguir jugando la partida. Cuando Josie descubre esto entenderá que el mecanismo de la vida tiene mucho que ver con tomar nuevos caminos. O hacerlos.
Por supuesto, la influencia de los libros es fundamental para Josie y la premisa proviene nada más y nada menos que de David Copperfield, de Dickens:
Si yo soy el héroe de mi propia vida o si otro cualquiera me reemplazará, lo dirán estas páginas.