RESEÑA: El Comensal.

Publicado el 17 febrero 2016 por Jimenada
EL COMENSAL
Título: El Comensal.
Autora: Gabriela Ybarra (Bilbao 1983), es licenciada en administración y dirección de empresas por la Universidad Potificia de Comillas y máster en márketing por la Universidad de Nueva York. Actualmente vive en Madrid, donde trabaja haciendo estudios de mercado y analizando redes sociales. El Comensal es su primera novela.

Editorial: Caballo de Troya.
Idioma: castellano.
Sinopsis: en esta novela autobiográfica, la autora trata de comprender su relación con la muerte y la familia a través del análisis de dos sucesos: el asesinato de su abuelo en 1977 a manos de ETA y el fallecimiento de su madre en 2011 por un cáncer. A sí, la primera parte es una reconstrucción libre (por tanto, no esconde la parte de ficción de toda la novela) del secuestro y el posterior asesinato del empresario español Javier Ybarra, quién también fue alcalde de Bilbao y Presidente de la Diputación de Vizcaya durante el régimen franquista. Aunque esta muerte ha sacudido a todo el clan familiar (los padres de la protagonista tienen que abandonar el País Vasco y convivir con escolta), no es hasta que la madre de la narradora enferma fatalmente que los duelos no hechos y las herencias políticas no asumidas (a veces por ignorancia) estallan. 
Su lectura me ha parecido: breve, conmovedora, estremecedora, ligera, atrayente, sobria, profunda, sorprendente...Muy pocas veces, lectores y lectoras, y eso lo comento desde la voz de la experiencia, suceden cosas sorprendentes, las cuales, deberían haber sucedido mucho antes, pero por lo menos, más vale tarde que nunca. Hace unos meses tuve el placer de ver la impresionante y necesaria película Sufragistas, la cual, no sólo acercó al gran público el tema del sufragismo en Inglaterra, sino también el hecho de que por fin, se ha dedicado exclusivamente una película a tratar un tema como fue el acceso al voto femenino, un aspecto que por otro lado, sobretodo en el terreno cinematográfico hacía mucha falta. Pues amigos y amigas, algo muy parecido, pero en otro contexto y en otras circunstancias, me sucedió con este libro que hoy reseñamos, el cual no se a día de hoy como definirlo, si novela, si autobiografía, si novela de urgencia, terapéutica, social o un conjunto de todas ellas. A veces, la sociedad necesita, y en algunos casos muy urgentemente, aproximación a ciertos temas históricos, literarios, sociales, políticos, filosóficos, judiciales...Y en el caso que hoy nos ocupa, creo que su autora, desde la más absoluta de las sinceridades, ha hecho un gran trabajo en ese sentido, la sociedad necesitaba un libro así, en el que se desmitifica, se habla, se discute, se piensa, se reflexiona, se apartan tabúes, y ella lo ha logrado. El Comensal: el escrito de la controversia hecha natural.

La historia de como El Comensal, esta novela autobiográfica, novela de auto ayuda, novela de confesión...Llegó a mis manos, y de paso a mi adorada estantería, fue de la forma más casual. Sinceramente, desconocía este libro, y os lo digo con toda la confianza del mundo, además, al ser la primera novela de esta autora, pues tristemente es más difícil que llegue a oídos de mucha gente. No obstante, y a raíz de mi reciente inicio de colaboración con el grupo editorial Penguin Random House, descubrí El Comensal. Éste era uno de los libros que la editorial ofertaba para los críticos, de hecho, me acuerdo que sólo quedaban dos ejemplares por adjudicar. Eché un vistazo al resto de novedades y finalmente, después de meditarlo durante unos minutos eternos, acabé pidiendo El Comensal. Cuando el libro, por fin, llegó a mis manos, mi sorpresa fue mayúscula, pues era más fino de lo que una servidora se esperaba, por lo que me dije con una sonrisa que podría llevármelo a todas partes, a todas las que quisiese. Y así sucedió. Su lectura me tuvo tan atrapada y tan ensimismada que no había día que me lo llevase de casa para que acompañase y amenizase mis trayectos en bus, mis esperas en la parada, mis descansos entre clase y clase...Incluso me ha llegado a acompañar a algún sitio poco convencional. En resumidas cuentas, cuando llegó el día en el que di por finalizada su lectura, sentí como si lo que acababa de leer tenía su importancia, y más en los tiempos que corren.

Adentrándonos en la crítica al libro que hoy tengo delante, lo primero que quiero señalar es que ésta, El Comensal, no es una novela de fácil clasificación, se que a veces resulta un poco frívolo etiquetar a un libro de un determinado género, pero siempre, siempre, siempre lo hacemos, y además de forma continua, una servidora es un ejemplo claro de ello.Sin embargo, como he comentado antes, y para la mayor de mis satisfacciones, El Comensal no responde a una etiqueta clara ni a un género concreto, estando a caballo siempre entre autobiografía, novela e incluso ensayo, algo que sin duda, se convierte en un punto a favor. Por otro lado, y ya adentrándonos en la forma y en el estilo, El Comensal presenta una lectura intimista, pequeña, sobria, como si quisiera marcar distancia, pero también encontramos puntos donde la autora parece como bucear entre su propia historia, entre sus recuerdos, entre lo que se dice, entre lo vivido, entre lo experimentado; y es en ellos donde el lector parece meterse de lleno, acompañando a la autora en ese viaje que inicia por necesidad emocional, en busca de respuestas y alivio. Por ello, y no me cansaré de decirlo, digo que esta novela se podría adecuar perfectamente al género de auto ayuda, ese desahogo, ese derrame de sentimientos, esa muestra de emociones están a flor de piel y eso de palpa a lo largo del escrito. Por último y para finalizar, comentar un aspecto muy importante, como es la desmitificación y la ausencia de elementos que puedan reprimir ciertos temas que hoy por hoy la sociedad los califica como tabúes, por ello el uso de los recortes de prensa o las capturas de pantalla del Google son tan importantes, de ahí que ésta se convierta hoy por hoy, en una lectura de urgencia y necesaria para la sociedad.

Finalmente, en el tradicional apartado destinado a la reflexión, siempre necesaria cuando uno finaliza una lectura, retomaremos el tema de los tabúes para debatir y discutir. Algo bueno que tiene esta novela es que las reflexiones salen por si solas, no tienes la necesidad de detenerte unos minutos a pensar qué has sacado de ella, algo que resulta fantástico para cualquier crítico literario. Podría, en esta ocasión, y os aseguro que el contexto es el más idóneo, para hablar sobre la ETA y un poco como se ha convertido con el paso del tiempo en un tabú, a la vez que se ha banalizado, no hace falta que os recuerde a que me refiero con ésto, hace unas semanas no se hablaba de otra cosa. Sin embargo, una servidora ha optado por reflexionar sobre, seguramente, el tabú más grande, que más acapara, que ha acompañado al hombre desde que es hombre y que en El Comensal está muy presente como es la muerte. Si amigos y amigas, la muerte, parece muy fuerte hablar de ella, sobretodo teniendo en cuenta lo arraigado que está su concepción en las sociedades sobretodo occidentales, además de porque es algo serio y del que cuesta hablar. Precisamente por ello, por el temor que los seres humanos le tenemos a pronunciar si quiera la palabra, por el que cabría detenernos unos momentos a pensar por qué, por qué la sociedad conceptualiza de este modo la muerte. Una servidora piensa que tras años de tradiciones ancestrales, las cuales se podrían remontar a la época antigua, que digo a la antigua, a la prehistoria por lo menos, la gente se ha acostumbrado a unos rituales en los que la muerte se trata de forma recogida, en casa, y que en el exterior tiene su representación en las iglesias y en los cementerios, y eso ha favorecido que se vea a la muerte como un hecho nada atractivo en cualquier conversación. En El Comensal, con gran acierto, Ybarra nos acerca el tema de la muerte como algo natural, despojándole de todo victimismo, de sentimentalismo y de toda esa aura de teatralidad procedente de la tradición, acercándola a un terreno más realista. En ocasiones, deberíamos despojarnos de muchos de los tabúes que actualmente están enrrocados en la sociedad, aunque sea solamente para ver la vida con otros ojos, a lo mejor, incluso, llegamos hasta sorprendernos. El Comensal: una historia de recuerdo, familia, reencuentro, heridas cerradas, avance, desahogo, pasado...Un libro necesario para una sociedad falta de reflexiones y de progresos.
Frases o párrafos favoritos: 
"Cuentan que en mi familia siempre se sienta un comensal de más en cada comida. Es invisible pero está ahí. Tiene plato, vaso y cubiertos. De vez en cuando aparece, proyecta su sombra sobre la mesa y borra a alguno de los presentes."
Película/Canción: a la espera de que a alguien le de por adaptar este libro, el cual sería un experimento muy interesante, todo hay que decirlo, os adjunto una entrevista colectiva que se le hizo a su joven autora, Gabriela Ybarra:

¡Un saludo y a seguir leyendo!
Cortesía de Caballo de Troya (Grupo Penguin Random House)