Como cada mañana, la joven Alexandra se levanta para ir a clase; como cada mañana, se pone su uniforme; como cada mañana, recorre las calles de Dover en dirección a la escuela.
Pero esta no es una mañana como las otras, los relojes se rebelan contra el tiempo, desobedecen. Los minutos se convierten, a veces, en segundos, a veces, en horas, y tan solo ella parece darse cuenta. Alex, guiada más por el desconcierto que por la valentía, buscará el origen de esta anarquía. En el camino, visitará lugares inimaginables, vivirá aventuras insólitas y peligrosas, y conocerá a personajes fascinantes que cambiarán su vida.
¿Qué pasaría si el tiempo tal y como lo conoces dejase de existir?
Los minutos se convierten en segundos, horas o incluso días; las manecillas del reloj echan a correr, paran en seco o se limitan a seguir a su ritmo, como si nada hubiese sucedido; y el tiempo que Alex y cualquier otro ser humano del Planeta creía conocer decide desafiar cualquier norma hasta ahora impuesta por la razón y el sentido común. ¿Y si el tiempo es algo más complejo de lo que creemos? Alex parece ser la única persona que se percata de los cambios que están ocurriendo. El tiempo juega con ella, y embarcará en una aventura que le llevará a descubrir todas las respuestas.
Opinión personal (sin spoilers)
Juanjo de Goya apuesta por escribir algo distinto y novedoso, muy lejos de las novelas de fantasía con las que los lectores jóvenes se están encontrando. Tras su éxito en la red, el autor firmó con Nowevolution para publicar Bellenuit con la editorial. Además, el dinero que le corresponde de las ventas lo dona a la ONG DYES, por lo que se ha ganado mi respeto máximo. Nos encontramos ante una novela con sus cosillas positivas y negativas, como en todo. Bellenuit es sin duda alguna una historia imaginativa. Hay muchísimos elementos únicos y originales creados por el autor, que consiguen hacer El corazón del tiempo más interesante y llamativo. A diferencia de otras historias, en esta no hay aspectos trillados y ya utilizados, sino que nos topamos con conceptos nuevos, desde cero.
No sobran páginas, pero tampoco le añadiría ninguna más. Para ser la primera parte de una saga, creo que es muy adecuado no alargarla demasiado (y Juanjo de Goya ha hecho bien) y así enganchar al lector.
Algo que creo que podría mejorar la editorial son esas pequeñas faltas que hay en la edición. Nos es nada grave, ni me he encontrado con errores colosales que pidiesen a gritos que me clavase agujas en los ojos; todo lo contrario. Puntos de más, guiones que faltan... Cosas mínimas pero que si se puliesen mejorarían el libro. Ya sabéis lo tiquismiquis que soy para esto.
Y ya lo último: el final. Creo que todos los lectores coincidimos en que octubre tiene que llegar pero ya.
Nota final: