Hoy os traigo la reseña de uno de los libros que he estado leyendo estos días, me ha costado un poquito terminarla porque abril se está presentando como un mes complicado para mí y aunque no llegaré a todo, yo lo intento!
Silvia lleva una vida anodina, aunque trabaja en la Biblioteca Nacional su única diversión es reunirse con sus amigas y coleccionar antigüedades. Un manuscrito encontrado en las tapas de un viejo libro cambiará su vida. Una serie de enigmas le llevarán a pedir ayuda a Álex, un experto en castillos medievales y juntos vivirán una aventura en la tendrán que esquivar a millonarios de ambición desmedida, a ladrones de arte sin escrúpulos, a policías y a extraños sicarios. Estos son los elementos que, en El escalón 33, confluyen en una trepidante trama en la que los castillos medievales y las marcas de canteros esconden enigmas que aún no se han desvelado.
Mi opinión
Es una novela que compré sin tener ninguna referencia sobre el autor, pero me atrajo el argumento y un poco la portada, porque no decirlo! Y ahora una vez leído puedo contaros mis sensaciones.
Son más de 500 páginas repartidas en 53 capítulos y separados en tres partes: Madrid, Los castillos y Los símbolos.
Las tres partes están bien definidas y repartidas en capítulos no muy largos. En la primera Silvia es la protagonista absoluta, visitamos sus lugares, conocemos a sus amigas, sus costumbres, su trabajo y a la vez descubrimos diferentes sitios de Madrid que me han parecido muy interesantes y que me han hecho plantearme dejarlo todo, coger un avión y verlos por mi misma, pero como la razón ha acallado la espontaneidad, aquí sigo... eso sí, con todos ellos muy bien apuntaditos en mi agenda para cuando pueda volver a esta maravillosa ciudad.En la segunda parte, Silvia comparte protagonismo con Álex pero poco a poco éste último se va haciendo un hueco para acabar siendo él el que destaca y ella la que permanece en un segundo plano. El problema de Silvia es que la personalidad que parecía tener al inicio se va diluyendo también, en algunos momentos parece el perrito faldero de Álex, incluso algunos secundarios acaban resultándonos más interesantes que ella y éste cambio que se produce me resultó un poco decepcionante ya que al inicio me cayó muy bien precisamente por su carácter, al perderse éste, también se perdió mi interés.
Con los dos, recorremos la geografía española deteniéndonos en algunos castillos como el de Cáceres o Huesca y debo confesar que se me hizo un poco pesada tanta descripción y monólogo del experto en castillos, pero de esto hablaré un poquito más adelante.
En la última parte Sílvia ya ha "desaparecido" del todo y es Álex quién nos interesa y con quién llegamos al final.
La novela está relatada en tercera persona por un narrador omnisciente, con prosa cuidada y descripciones muy minuciosas que a veces se me han hecho un poco pesadas.
Debo decir que no comparto la afición del escriptor por los castillos, nunca me he sentido atraída por ellos y su visita no acostumbra a estar en mis recorridos cuando viajo (excepciones siempre hay, por ejemplo, sí que consideré que debía visitar el Castillo de Sant'Angelo en Roma) y por eso se me hacía un poco cuesta arriba el recorrido, aunque debo reconocer la pasión con la que se nos cuenta todo lo referido a ellos y a la historia que los envuelve. Aunque no me gusten especialmente sí que he buscado en Internet sus imágenes para tener una imagen mental del sitio del que habla y se tiene que destacar el gran trabajo de documentación que hay detrás de la historia.A pesar de que a mí estas largas descripciones no me hayan acabado de gustar, considero que a las personas a quienes les gustan los castillos les van a encantar y disfrutarán como enanos con todos los detalles que el autor pone en boca de Álex porque, no sólo nos da una precisa descripción, también nos traslada a la Edad Media con cada uno de ellos, contextualiza su origen, sus funciones y nos da una pincelada de la vida en el momento en que fueron levantados.
La verdad es que los conocimientos de Zueco y su amor por estas construcciones se plasman en cada una de las páginas del libro y entiendo que a veces es complicado hablar de algo que nos apasiona sin caer en querer contarlo todo, intentamos trasmitir todos nuestros conocimientos a los demás para que se sientan tan fascinados como nosotros.
El argumento de El escalón 33 es bueno, lo he encontrado bastante original y me ha sorprendido el desenlace. La tensión se mantiene a lo largo de la trama, aunque a veces el ritmo decae un poco por las extensas descripciones.
Podríamos clasificar la novela como thriller histórico, con un alto carácter instructivo pero que nos llega de forma bastante acertada. Antes de empezar a leer no sabía de la existencia de las marcas de cantero y me he dado cuenta de lo poco que conozco sobre la historia de los castillos y los muchos que hay en España y los que podría visitar aquí en Catalunya. Me he prometido a mí misma prestarles atención en cuanto me cruce con alguno y vamos, yo me veo buscando estas marcas.Es una novela que recomiendo, sobretodo sobretodo si te gustan los castillos! Entretenida, con una trama interesante y bastante original.
* Las fotos de las marcas de cantero las he cogido de la web del Luis Zueco, podéis saber más sobre ellas y ver otras aquí. Además, hace muy poquito salió un nuevo libro del autor: Tierra sin rey, que tengo guardado para leerlo proximamente :)