EL FLUIDO SIDONIE
Aunque El Fluido García conforma una retrospectiva, no es de manera alguna un regreso al pasado. Pero sí es una demostración de las ganas por seguir evolucionando sin rendir pleitesía a su entorno. El nuevo trabajo está rebosante de las influencias más sesenteras, las bandas que siempre han gustado a Ros, Senra y Pi, enarboladas siempre por The Beatles.
“El Bosque”, single y corte de apertura, resulta uno de los mejores ejemplos de la psicodelia del disco, con un ritmo festivo y un destacado sólo de potencia zeppeliniana. Letras espaciales en “A mil años luz” y un perfecto transvase pop que desemboca en un melodioso estribillo coral. “Carnaval” es un himno a la diversión cargado de atmósferas. Guitarras actuales y cuadros surrealistas definen “Alma de Goma”. Sonidos chillones, actitud rocanrolera y un inevitable regusto a “Fascinado” son los detonantes de la pieza instrumental “Negroni”. La lánguida belleza de “El Aullido” se deja degustar poco a poco. Unas increíbles armonías vocales dan pie a “Bajo un cielo azul (de papel celofán)”, una canción con sabor folk y gran manejo de los tempos, el corte más largo de este disco. Reverencia cósmica en “Tormenta De Verano”. Jes Sera firma con “La Huida” uno de los temas más potentes y un buen homenaje a The Who y los Stones. Múltiples líneas sonoras afincan en “Perros”, una pieza que encaja con algunos de los sonidos de sus dos anteriores trabajos. Simbólico remate con “No Mires Atrás” donde permanece latente la mano de su influecia más pinkfloydiana.
Son los Sidonie de siempre. Aferrados a ese espíritu tan loable de rescatar todo lo que nos gusta, no escatiman para darle una pequeña vuelta de tuerca y construir –en espacios terrestres y espaciales- dentro de una gran parcela, su propio pedazo de rock and roll.