Reseña: El Fluido García de Sidonie

Publicado el 27 octubre 2011 por Nglm

EL FLUIDO SIDONIE

Sidonie es una de las bandas con más bagaje de nuestro panorama. Largos años han pasado desde que estos tipos se dieran a conocer haciendo gala de sonidos anacrónicos -circunstancia que no solapaba en absoluto sus intenciones de pertenecer a su época-. Partiendo de un estilo ampliamente influenciado por la psicodelia, se pasaron del inglés al castellano sin ocultar su gusto por la indecencia pop y unos ritmos cargados, en ocasiones, de funk y rythm and blues. Sus letras, sacadas de auténticos sueños ácidos, han sido la tónica dominante durante toda su carrera, y ahora, tras este nuevo advenimiento, lo han demostrado una vez más. Con El Fluido García, su sexto álbum de estudio, actúan como una suerte de Ziggy Stardust, una excusa para volver a destilar rock and roll después de la delicadeza de Costa Azul (2007) y El Incendio (2009).

Aunque El Fluido García conforma una retrospectiva, no es de manera alguna un regreso al pasado. Pero sí es una demostración de las ganas por seguir evolucionando sin rendir pleitesía a su entorno. El nuevo trabajo está rebosante de las influencias más sesenteras, las bandas que siempre han gustado a Ros, Senra y Pi, enarboladas siempre por The Beatles.

“El Bosque”, single y corte de apertura, resulta uno de los mejores ejemplos de la psicodelia del disco, con un ritmo festivo y un destacado sólo de potencia zeppeliniana. Letras espaciales en “A mil años luz” y un perfecto transvase pop que desemboca en un melodioso estribillo coral. “Carnaval” es un himno a la diversión cargado de atmósferas.  Guitarras actuales y cuadros surrealistas definen “Alma de Goma”. Sonidos chillones, actitud rocanrolera y un inevitable regusto a “Fascinado” son los detonantes de la pieza instrumental “Negroni”.  La lánguida belleza de “El Aullido” se deja degustar poco a poco. Unas increíbles armonías vocales dan pie a “Bajo un cielo azul (de papel celofán)”, una canción con sabor folk y gran manejo de los tempos, el corte más largo de este disco. Reverencia cósmica en “Tormenta De Verano”. Jes Sera firma con “La Huida” uno de los temas más potentes y un buen homenaje a The Who y los Stones. Múltiples líneas sonoras afincan en “Perros”, una pieza que encaja con algunos de los sonidos de sus dos anteriores trabajos. Simbólico remate con “No Mires Atrás” donde permanece latente la mano de su influecia más pinkfloydiana.

Son los Sidonie de siempre. Aferrados a ese espíritu tan loable de rescatar todo lo que nos gusta, no escatiman para darle una pequeña vuelta de tuerca y construir –en espacios terrestres y espaciales- dentro de una gran parcela, su propio pedazo de rock and roll.